Miró su cabello negro que caía como cascada sobre su espalda con ondulaciones. Su maquillaje era sutil y recatado, su vestido se añadía perfecto a sus curvas, el color negro resaltaba el blanco de su piel así que miraba el espejo satisfecha con su trabajo. Agarró su antifaz veneciano y su cartera para luego salir por su auto.
Llegó al hotel donde se festejaba los 30 años del bufete en el cual trabajaba. Una sonriente cabellera rubia con un vestido que resaltaba toda su belleza apareció en su visión.
-belleza única- dijo su mejor amiga sonriente y ella negó divertida.
- estás bellísima- dijo Hannah y ella sonrió con timidez.
-gracias tú no te quedas atrás- dijo señalandola mientras la rubiales daba una vuelta y después las dos rieron a carcajadas.Entraron al hotel donde los periodistas y paparazzi esperaban su llegada, empezando hacerle preguntas relacionadas con el bufete y ella solo respondía con monosílabos y cuando logró desfilar por la alfombra roja que regía en el piso del lugar, miró su alrededor todos tenían sus máscaras venecianas ya que era el estilo de la gala por escogencia de su jefe y actual dueño del bufete en el cual ella era socia.
Caminó junto a la rubia y después miraron a Marco que tenía un traje gris resaltando su atractivo cuerpo y un antifaz que dejaba ver esos ojos claros de lo cuales cualquier mujer caía rendida menos ellos dos que no contaban como conquistas del castaño.
- dónde están las mujeres más bellas de éste planeta- dijo sonriendo el periodista formándose esos oyuelos irresistibles en sus mejillas.
- ¿tú no estás en el montón?- preguntó Hannah señalando a los periodistas que atacaban a los que llegaban al lugar.
- no por qué mi bella abogada y una de mis mejores amigas me ha invitado al igual que tú rubia insoportable- contestó Marco con su ego por delante causándole risa a las dos chicas.Los tres se sentaron en una mesa que se encontraba en el salón del hotel donde se daba el debut de la gran fiesta.
- iré al baño- mencionó Marco y luego desapareció de la vista de las chicas.
- hola- dijo otro castaño acercándose a las dos chicas.
- hola Franco- saludó la pelinegra y él mencionado la miró con dulzura.
- te ví llegar, pero no me atreví acercarme por los periodistas- dijo el chico sentándose a la par de Sabana.
- estás bellísima- continuó y ella se sonrojó.
-gracias- dijo con timidez la abogada y su amiga por abajo le dió un codazo mirándola con picardía alzando las cejas y ella rodó los ojos por la fastidiosa actitud de la rubia tratando de encontrale un novio.
-¿quieres bailar?- preguntó el muchacho y la música de vals sonaba en el lugar. Sin previo aviso miró su mano entrelazada con Franco y los dos caminaron hasta la pista de baile donde ya se encontraban varias parejas.Ella colocó una mano en el hombro del castaño y la otra la entrelazó con el chico mientras Franco colocaba su mano al terminar su espalda acercándola aún más a su pecho. Empezaron a moverse de un lado a otro al ritmo del vals y una sensación extraña se apoderó de la pelinegra al sentir esos ojos azules mirarla fijamente poniéndola nerviosa.
Prefirió retirar su mirada de esos ojos que la penetraban sin disimuló alguno y concentrarce en su compañero de baile que sonreía con dulzura. No negaba que Franco era muy guapo y que sus sonrisa era perfecta cualquier mujer se enamoraría de un hombre como él, además de guapo, era dulce, amable, simpático, agradable y serio a diferencia del troglodita de Jack con su sonrisas arrogantes, sus cambios de humor, ahora no entendía por qué razón empezó a comparar a Franco con ese cretino de Jack Miller que aún seguía mirándola fijamente y eso estaba empezando a molestarla.
Bueno mis amores ¿A quién prefieren? A nuestro imbécil Jack o a nuestro tierno Franco.
Les quiere Yarlin 💜

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Obsesión
RomanceSabana Williams una chica hermosa, egocéntrica, manipuladora, prepotente y testaruda. Una abogada con una vida vacía, dueña de su propio imperio. A sus 26 años, una mujer decidida, segura de sí misma, pero algo falta en su monótona vida. Jack Miller...