Capítulo 27

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Jack estacionó el auto en el parqueo del restaurante donde habían quedado con sus amigos. La pelinegra bajó del vehículo con una gran sonrisa y Jack no pudo aguantar de sonreír al verla tan hermosa y feliz. ¿Qué pasaba con él? No lo sabía, pero esa mujer acaso estaba haciéndolo cambiar de parecer. No eso no podía pasar así que debía centrarse en su plan aunque esa pequeña florecilla estaba jugando muy bien sus cartas.

Bajo del auto detrás de la pelinegra y sus brazos se enrrollaron en la cintura de Sabana, ella al sentirlo sonrió arrecostando su cabeza en el fornido pecho de el rubio.
- me estás volviendo loco- susurró en el oído de Sabana causándole a la pelinegra un escalofrío por todo su cuerpo.
-¿En qué sentido?- preguntó ella con un poco de picardía.
- en todo los sentidos posibles- contestó el rubio dejando un casto beso en el cuello de la chica y sonrió al sentir como la pelinegra se estremecía. Pegó la gran erección entre sus pantalones en la parte baja de la espalda de Sabana causándole un sonrojó inmediato.
-Jack estamos frente a un restaurante- dijo un poco acalorada la pelinegra.
-¿Y?- dijo con su voz ronca y exitada.
-oye par de tortolitos dejen esa escena de amor y entremos al restaurante- gritó una voz femenina familiar con diversión y los dos se sobresaltaron.

Hannah se encontraba mirándolos con diversión mientras Tyler fruncía el ceño ya que desde que conoció a Jack en la universidad nunca lo había visto así de cariñoso con nadie y mucho menos con la chica que decía querer vengar.

Sabana se separó del rubio y siguió su camino con su mejor amiga para entrar al restaurante y de la garganta de Tyler sonó una carcajada divertida cuando notó el bulto entre los pantalones de su mejor amigo.
-vaya amigo te dejaron con ganas- dijo burlonamente y el rubio lo fulminó con la mirada.

Los cuatro se sentaron en la mesa reservada y mientras las chicas conversaban de temas sin sentido, Jack estaba perdido en sus pensamientos, Tyler miraba la situación sacando sus propias conclusiones y sabía que en ese momento su mejor amigo estaba teniendo una fuerte discusión con sigo mismo por la situación. En ese momento el castaño entendió que Jack estaba perdidamente enamorado de la pelinegra, pero era tan orgulloso para no aceptarlo y dejar atrás esa absurda venganza, solo esperaba que el rubio entrará en razón y no se diera cuenta tarde de sus sentimientos.

La cena transcurrió normal y cómoda después cada pareja se fue por su lado, así que Jack se dirigió hacia el penhouse de la pelinegra.

Los dos entraron y en ese momento Jack acorraló a la chica contra la pared.
-tu y yo tenemos algo pendiente- susurró mientras sus ojos azules se volvían casi negros de lujuria. Ella enredó sus brazos en el cuello del rubio y después empezaron a besarse con desesperación y deseo. Las piernas de la pelinegra rodearon la cintura de Jack y así se encaminaron hacia la habitación.

La pelinegra se encontraba arrecostada su cabeza en el pecho de Jack mientras él acariciaba su espalda desnuda.
-Jack- llamó Sabana al rubio con su vocecita tímida.
-¿Umm?- contestó él y ella levantó su cabeza, por qué de qué días tenía esa pequeña duda.
-¿Qué somos?- preguntó con nerviosismo en su voz.
- pues, novios ¿No?- dijo él y ella sonrió de oreja a oreja.
-novio- suspiró profundamente. -que lindo suena eso- dijo después causándole un poco de ternura al rubio.
- si, suena increíble saliendo de tus labios- dijo él robándole un beso y cuando se separaron ella volvió a recostarse en el pecho del rubio, pero algo estaba pasando por su cabeza así que decidió que era el momento para decirlo, estaba segura que era lo que tenía que hacer.

Ay Dios estos dos están solos que será lo que pasará en el próximo capítulo.

Les quiere Yarlin 💜

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