Me desperté con un dolor de cabeza bestial. Me levanté levemente de la cama. Miré hacia mi lado y vi un bulto. De inmediato me alarmé colocando mi mano sobre su hombro y empujándolo hacia mí para ver de quien se trataba. Abrí los ojos al ver que se trataba de Matt. Levanté la sabana y me sentí aliviada al ver que no había pasado nada. Lo agité por el hombro para que se despertara.
—Matt. Matt —lo agité—. ¡Matthew!
—¿Que? ¿Q-Que haces en mi cama? —preguntó alarmado. Yo fruncí el ceño ante eso.
—Eso lo debería de preguntar yo —me quejé mientras lo empujaba para que me dejara salir. Él cayó de la cama. Pasé por al lado evitando pisarle.
Salí de allá, chocándome con Sam.
—Hola —susurré por el dolor de cabeza. Sentí como se tensó, a lo que yo me quedé confundida. Me apartó un poco con la mano para pasar. Yo tragué saliva ante eso.
Negué varias veces con la cabeza y fui donde estaban los demás, que extrañamente, estaban despiertos.
—Anda, mirar —habló Johnson un poco molesto—. Ya se despertó.
—¿Que coño te pasó Madison? –continuó Cam levantándose para abrazarme. Me elevó del suelo, yo pasé mis brazos por su cuello, acariciando su nuca un poco confusa ya que no sabía que estaba pasando.
—¿Alguien puede decirme que pasó exactamente? —pregunté con la voz ronca. Me estiré en el sofá y me valió que Cárter estuviese ahí. Lo ignore completamente, me dolía todo.
—¿Vas a irte de Magcon? —preguntó alguien. Sabía de sobra quien era. Levanté mi cabeza para verle—. ¿Es cierto Madison?
—Shawn, ¿por que dices eso? —mi voz sonaba entrecortada.
—Porque tu misma lo dijiste —respondió esta vez Cameron. Yo tragué saliva por segunda vez en el día.
—N-No voy a dejar Magcon —les informé pero parecía que ellos no me creían.
—No nos dejes, por favor —miré a Shawn a los ojos, fijamente, perdiéndome en ellos.
—No voy hacer eso —susurré aún mirando sus ojos. Reaccioné y aparté la mirada hacia la derecha, encontrándome ahora la de Carter. No se cual es peor. Alcé mis cejas al pillarle mirándome.
—¿Que? —dijo el aún sosteniendo la mirada en mi. No me sentía nada nerviosa, porque sabía que ese era su propósito. También sabía que aún seguía con ese pensamiento de mi, y que durante un tiempo lo seguiría siendo, básicamente no le caigo bien.
—¿Por que me miras?
—¿No puedo? —alzó una de sus cejas—. Que yo sepa no hay ningún cartel que ponga "está prohibido mirar a Brooks".
—Vaya, pues ahora si está —le dedique una sonrisa falsa. Él rodó los ojos.
—¿Eres consciente de lo cuánto que has bebido y fumado? —preguntó seriamente Aaron. Yo aparté la mirada—. Una burrada, Maddie.
—Yo... No debí hacerlo, soy consciente —hablé arrepentida. Ellos seguían con la misma cara.
—¿Quieren ir a ver a fans? —entró en conversación Matt, que no se en que momento apareció—. Puedo anunciar por las redes, para hacer una quedada —yo al momento de escuchar eso me tensé. Sentí la mano de alguien en mi espalda; Cam.
—No estoy segura de ir —hablé rápidamente. Los chicos se miraron entre ellos.
—No pensamos dejarte aquí, tu vendrás, obviamente, formas parte de Magcon, ¿cómo reaccionarán si no te ven? —dijo Johnson mientras negaba con la cabeza.
—No se darían cuenta —aseguré indiferente. Él me pegó en la nuca.
—Ya he avisado —avisó Matt y yo lo miré con desaprobación—. En media hora en el centro comercial, estaremos allí para firmar y tal, sería como una firma —lo miré peor. ¡Tendrían bolígrafos! ¡Me los podrían tirar a la cara! Negué varias veces con la cabeza—. ¿En que estás pensando?
Me encogí de hombros y fui a mi litera. Me estiré bocabajo y dejé salir un grito contra la almohada. ¿Que se supone que he de hacer? ¿Por que todos los problemas me vienen a mi?
—Toc Toc —escuche detrás de la cortina, no respondí—. ¿Puedo? —Shawn corrió la cortina. Levanté la cabeza para mirarme mal.
—¿Por que preguntas si ya lo has echo? —suspiré y él río. Me senté de forma india y apoyé mi brazo en mi rodilla, para mirarle mejor. Me perdí en sus ojos por segunda vez en el día.
—No quiero verte mal —dijo mirándome a los ojos.
—Y yo no quiero estar mal —susurré bajando la cabeza. Él colocó su dedo en mi barbilla para levantarme la cabeza un poco, lo suficiente para que volviéramos a tener contacto visual.
—Yo... —me puse nerviosa—. Voy a salir unos minutos, ahora vuelvo —hablé rápidamente.
¿Pero que me pasa? Desde que estoy en Magcon en todo momento me pongo nerviosa, ¿por que antes no?, ¿por que antes costaba muchísimo ponerme un poco nerviosa?
Salí lo más rápido que pude de allí. Abrí la puerta del autobús ignorando los llamados de mis amigos, básicamente porque no era nada importante y me decían que donde iba.
Cerré la puerta fuertemente y giré mi cabeza hacia la derecha, cosa que lamenté luego. Ahí estaba Sammy con un cigarro en la boca, apoyado en el autobús. Al verme, tiró el cigarro rápidamente y lo aplastó con el pie.
—Madison —me llamo él, yo ignoré que me había hablado y me puse con el móvil a mirar Instagram—. Oh vamos, Maddie —miré de reojo hacia él, que estaba cruzado de brazos— Maddie, Maddie, Madd...
—¿Que? —me cansé. Me guarde el móvil y en cuestión de un segundo ya tenía a Sam enfrente. Trague saliva ya que yo me encontraba entre el autobús y él. Cada vez me hacia retroceder más hasta chocar con el autobús—. ¿Quieres que te pegue acaso? Sabes que conmigo esto no funciona. Así que es mejor que te apartes.
—¿Que te pasa conmigo? —intentó tocarme pero me quedé mirando su mano en forma de desaprobación—. No seas así.
—¿Como que no sea así? ¡Tu haces que sea así! Estoy cansada de tus juegos, de que luego hagas que no pasó nada y que te la su...—me interrumpió colocando una de sus manos en mi cuello y la otra en mi mejilla para besarme.