— ¿¡QUE HACÉIS!?– Me gritó alguien en el oído despertándome.
— Joder.– Dije tapandome con la manta.
— ¿Se puede saber que haces con Taylor, en la cama?– Pude escuchar otra voz.
Me levanté un poco mientras me restregaba los ojos con las manos. Luego giré mi cabeza hacia donde se encontraba Taylor cogiendo mi cintura, ni si quiera me hacia dado cuenta. Estaba dormido.
— Taylor.– Lo moví ligeramente.— Nos reclaman.
— Cinco minutos mas mama...– Me apretó mas la cintura cerrando con fuerza los ojos.
Reí mientras apartaba su mano con cuidado. Bajé de un salto, como había subido. Johnson estaba delante mío cuando subí la mirada poco a poco al bajar de la litera. Estaba con los brazos cruzados. Detrás suya estaba Cameron sentado con las manos detrás de la cabeza mirándome.
— ¿Buenos días?– Dije mas bien en tono de pregunta pasando por al lado de Johnson yendo a por una magdalena, para luego apoyarme en la mesa mirándolos.
— ¿Tu no tienes una cama propia?– Preguntó Johnson para que Taylor no escuchara. Aunque, no hacia falta que susurrara, Taylor estaba sobado.
— Tenía sueño, ¿vale?– Aclaré mientras me servía un zumo de naranja.
— ¿Tu que opinas Cam?– Se dirigió a su amigo. Este levantó sus manos y las dejó en su regazo mientras las unía y me miraba.
— ¿Y a ti que mierda te pa...?– Iba a decir pero Matt entro en el autobús interrumpiendome.
— ¡No os lo vais a creer!– Gritó emocionado.
— ¿Has visto a Justin, tu hermano?– Apareció Taylor detrás mía estirándose.
— ¡No! ¡¡He visto a Bob Esponja!!– Se dirigió hacia mi. Yo escupí mi zumo y me levanté de allí.
— ¿Como? ¿A que esperas? ¡Enseñame!– Grité ahora yo emocionada.
— Vas en pijama.– Me recordó Cameron.
— ¿Y que importa?– Dije mientras buscaba con la mirada una sudadera o algo para cubrirme, tampoco soy tan idiota, se que hacia frío allá fuera.— ¡La cojo prestada!– Agarré una de las sudaderas de las muchas que había en el suelo.
Agarré a Matt de la manga para tirarle como una niña pequeña hacia puerta. El se despidió como pudo de los otros chicos. Salimos del bus y yo le estiraba para que fuera mas rapido. Se soltó como pudo de mi agarre.
"Estupida, le has molestado, ¿no ves que no quiere que le agarres?" Y otra vez, mi subconsciencia. Al final le pondré nombre... ¿Que tal Emma? Es bonito...
Cuando se apartó lo mire pidiéndole disculpas. Pero el sonrió y unió de nuevo nuestras manos esta vez entrelazando nuestros dedos. Sonreí como pude, no me lo esperaba. Pero, hablamos de Matt, el chico mas tierno de este planeta. La novia de Matt tendría mucha suerte.
— Tu futura esposa tendrá mucha suerte.– Solté sin pensar. Escuché una carcajada suya.
— Si tu lo dices.– Río aun más y yo le golpeé el hombro.
Llegamos a donde se suponía que estaba Bob Esponja. De lejos pude ver una figura conocida.
— ¡Ah! ¡Lo he visto!– Salté emocionada ante las miradas de confusión y burlonas de la gente de alrededor. Matt río y me soltó la mano para que fuera.
Me acerqué hacia donde estaba el, estaba con unas niñas y ahora era mi turno. Lo abracé fuertemente. Matt sacó su móvil para hacer una foto. En la foto, yo salía dándole un beso en su mejilla mientras que el se tapaba la boca.
Me despedí y ande hacia Matt. Al llegar. Soltó una gran carcajada junto a mi.
— Dios. Que ama.–Paso su brazo por mis hombros.— Hasta te vi apartar a niños para adelantar.
— No es verdad.– Dije divertida.
Volvimos al bus, entré sonriente y Aaron me miraba con una ceja alzada y con la boca llena de cereales.
— Hola.– Dijo con casi un tono de pregunta.
— ¡Hola!– Sonreí. Vi a Cameron sentado en unos de los asientos que hacian un pequeño sofá, el estaba con su móvil. Me tire encima de el dejando mi cabeza en su regazo y poniendo mis pies en la pared apoyada.
— ¿Hola?– Dijo sonriente por mi acción. Dejo su móvil a uno de sus costados. Puso sus manos en mi cabeza mientras hacia caricias. Yo cerré los ojos.— Deberías hacer eso mas seguido.
— Que estúpido...– Sonreí acomodandome mejor en su regazo.
Sentí unos murmullos en la habitación. Abrí uno de mis ojos y Cameron me miraba nervioso. Me levanté un poco para ver a los otros. Unos silbaban distraídos y otros miraban hacia otro lado. Menos Sam, que miraba a Cameron burlón y asentía con la cabeza para luego mirar la zona donde estaba yo apoyada.
— Guarros de mierda.– Reaccioné al saber de que se trataba.
Me levanté y salí del bus. Miré hacia los lados al bajarme de ella.
¿Que mierda hago ahora?
Suspire mientras me ponía la capucha y las gafas. Me dirigí hacia... No lo sé. No se donde iba a ir. Seguí a la multitud.
Sonreí al ver el centro comercial que tenia delante mía. Entré sin pensarlo, lo miré una vez mas para ver donde entraba. Decidí por irme primero a una de las tiendas de ropa preferidas. Fui cogiendo la ropa que había colgada en los colgadores mientras negaba con mi cabeza, ¿por que nada me gustaba?
— ¿Perdona?– Me dijo alguien. Me giré hacia ella desconcertada.— Podrías decirme donde qued...– Se calló al fijarse en mi.— ¿Nunca te han dicho que te pareces muchísimo a Madison Brooks?– Me preguntó y fijó su mirada en mi collar.— Mierda... ¡Eres tu! ¡Eres Madison Brooks!– Gritó llamando la atención de otras personas.
Mierda, mierda y mas mierda.
— Joder...– Susurré al ver que la gente se acercaba.
— ¡Perdon!– Dijo al ver a los fans que venían hacia nosotras. Me miró con los ojos llorosos por la emoción. Ella tenía su teléfono en la mano con la cámara puesta mientras se limpiaba las lágrimas y se alejaba.
— A la mierda.– Negué con la cabeza. Agarré de la manga a la chica.— La foto, corre.– Dije rápidamente. Ella me sonrió muy emocionada tendiendo el móvil haciendo una foto.
Mientras hacía la foto pude ver a la gente aún mas cerca. Se pararon para fijarse bien en mi. Para luego chillar "¡Madison Brooks!" Así llamando a más gente.
Estoy jodida.
