Cita.

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Bien, la noche había sido decente... solo una pesadilla lo había molestado, lo cual le pareció extraño, solía dormir no más de un par de muy malas horas de pesadilla, pero esta vez durmió unas 14 horas, interrumpido solo por una pesadilla de inseguridades.

Eran las 14pm, se levantó emocionado e intento con todas sus fuerzas ignorar sus inseguridades y palabras horribles que golpeaban su mente.

Se dio una ducha, se colocó una bata y se preparó un café que bebió en su cuarto mientras buscaba entre su poca ropa algo decente para ponerse, estaba tan jodidamente aterrado, nervioso, ansioso, es la primera vez que saldría con alguien de día a hacer algo que no fuese follar, porque esa es la verdad, no hay a quien engañar, Jimin se acostaba con quien lo calentase, no porque quisiera, pero era una forma de sentirse... querido? ¿Deseado? De sentirse... algo.

En fin, se terminó decidiendo por una camiseta negra, un suéter gris algo grande, unos jeans desgastados en las rodillas, converse negras y un abrigo bien pesado que acompañaría con un gorro de lanilla ya que afuera estaba bastante frio...

Se puso la ropa y dejo el abrigo en la sala, se dirigió al baño a peinarse un poco, su cabello estaba tan rebelde justo ese día, peleo un poco pero su cabello al fin cedió luego de unos minutos y un poco de cera.

Se miro al espejo y se quedó ahí unos minutos.

-Que puto asco. - se miró con desagrado y simplemente fue a sentarse al sofá con sus ojos un poco húmedos.

¿A quién quiere engañar? Como podría alguien como Yoongi querer salir con alguien como él? Es un asco, en todos los sentidos, su cuerpo jamás será suficientemente delgado ni tendrá las curvas adecuadas, su piel y cabello, secos y sin vida, su mente tan jodida y trastornada, su pasado, su inexistente futuro, lo patético de su existencia... él era un puto error.

Estaba a punto de levantar las mangas de su suéter para correr a su baño y lastimarse con la primera afeitadora que encontrara, pero cuando estaba de pie decidido a ir al baño la puerta fue tocada tres veces y la voz del mayor se escuchó exclamar el nombre del menor.

Jimin se quedó estático unos momentos y al volver a escuchar su puerta entro en crisis, corrió al baño y se vio al espejo, quería romperlo con sus propias manos, pero se limitó a lavarse la cara con agua helada intentando bajar la hinchazón en sus ojos, se colocó un brillo de labios rosado muy sutil y se vio otra vez.... daba asco, pero no iba a dejar plantado al mayor.

Del otro lado de la puerta el mayor era consumido en nervios... había ido muy rápido? Seguro aterro al pobre niño. Eres un imbécil Min Young.

Sin embargo, sus pensamientos se interrumpieron cuando la puerta se abrió de golpe dejando a la vista a un castaño tembloroso con una sonrisa sonrojada, bien abrigado y con... lentes de sol?

-Bunas tardes, listo para salir un rato de casa? - el mayor sonrió ampliamente intentando contagiarle seguridad, sabía que su niño no estaba cómodo con salir.

-E eh... supongo que si.- rio nervioso y salió de su departamento cerrando este antes de salir fuera con su acompañante.

-Jimin, tienes algún apodo? - el mayor comenzaba a sentirse incomodo en el silencio que se presentó desde que salieron fuera del edificio.

-Umm, bueno, algunos chicos en el orfanato me decían ChimChim, la señora Cho solía decirme Jiminnie.- respondió tembloroso aquel jovencito aterrado entre la gente.

-Bien Jiminnie, si no te molesta desde ahora te llamare así...- el mayor le sonrió ampliamente dejando ver sus preciosas encías, a lo cual el castaño se tiño de rojo y miro aun lado sonriendo por como lo había llamado su Hyung.

-Y.... porque llevas lentes de sol? Esta nublado y tienes ojos muy bonitos como para andar escondiéndolos...- el menor no dijo nada y con manitos temblorosas se quitó los lentes, el mayor supo que había estado llorando, pero no dijo nada al respecto y se limitó a darle un cumplido por lo bellos que se veían sus ojos con la leve luz que atravesaba las nubes provocando otro fuerte sonrojo en el castaño.

-A dónde vamos?- caminaban hace unos diez minutos y ya casi no había personas alrededor, pero al terminar su pregunta el mayor paro en seco.

-Aquí. - Lo miro sonriente y alentó a Jimin a levantar la mirada dejándolo en trance, habían llegado a un parque en donde no había más que un par de ancianos en una banca y un cachorro correteando entre las hojas anaranjadas que decoraban el suelo en una pintura digna de un museo prestigioso.

El mayor se sintió realizado al ver como su castaño aflojaba sus músculos y quedaba encantado con la escena, dieron un par de vueltas alrededor de la pequeña plazoleta color cobre, que era interrumpida solo por las risas que el joven exclamaba gracias a las constantes acotaciones extrañas o chistes malos que el mayor le contaba con mucho entusiasmo.

Luego de un rato jugueteando con las hojas como niños, haciendo chistes bobos, conociéndose un poco más y hablando tanto de cosas serias o cosas sin sentido, se sentaron en una bonita banca en frente de la fuente, viendo con el agua cristalina caía en la torneada roca, mientras en la parte de abajo un par de hojas anaranjadas flotaban con delicadeza. Había silencio solo se oía el agua, un par de pájaros y el crujir de las hojas, Jimin no supo en que momento, pero su cabeza estaba apoyada en el hombro del mayor mientras jugaba con el agarre entre las manos de ambos.

-Sabes Jiminnie, esta plaza es muy especial, además de ser muy bonita en cada estación, tiene un valor muy bonito para mí, aquí fue donde reí por última vez con mi primo... del que te conté hace un momento... desde su muerte no eh pisado este lugar, no podía pasar siquiera cerca de esta zona, pero aquí estoy sabes y ahora no solo es especial por ese bonito recuerdo sino también porque aquí fue nuestra primera cita. - el más pálido dijo aquellas palabras mientras miraba con paz el agua caer en la fuente, una media sonrisa llena de dulzura adornaba su rostro y el agarre entre sus manos se había fortalecido, dejando caer con suavidad su cabeza sobre la del menor apoyándose también en él.

El castaño simplemente sonrió ampliamente, no supo que decir, por que supuso que si abría la boca de seguro lo arruinaría, el mayor vio de reojo la sonrisa tan amplia y brillante en los labios del menor, el sonrojo en sus mejillas y la forma en que su cuerpo reacciono en un pequeño escalofrió; eso le basto para saber que todo iba perfecto entre los dos, le basto para enamorarse un poquito más de aquel joven acurrucado en su hombro.

Entonces justo ahí frente al otoño que terminaba sobre el agua de aquella frente, se prometió a si mismo jurando por el recuerdo de su tan amado primo, que no dejaría la mano de Jimin ni aunque la ley o Dios intensase separarlos. 


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Hola!! Les gusto? Nuestro Yoongi es un dulce, por suerte hoy los tortolitos pudieron conocerse mucho mas...

Esperemos que todo siga de acuerdo al plan de Yoongi y que la mente de Jimin no intente arruinarlo...

Esten atentxs a la proxima acrualizacion Yoongi va a conocer algo que jamas hubiese imaginado en su pequeño...

Nos leemos en la proxima!

Trastorno Limite. [Yoonmin.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora