Basura toxica.

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Ya era de noche, Yoongi lavaba los platos mientras Jimin los enjuagaba y jugaba con la espuma como un niño riendo a lo alto haciendo que el mayor enloqueciera de amor.

Cuando terminaron con los platos secaron el enchastre de espuma y jabón desparramado por la cocina y salieron de la misma con la intención de ya ir a dormir.

Yoongi se recostó en el sofá y Jimin lo miro extrañado.

-Que haces ahí? Vas a ver televisión?- pregunto acercándose al pelinegro.

-No, ya tengo sueño y quiero dormir...- dijo acomodandose.

-Yoongi, tu.... puedes.... ya sabes.... duerme conmigo. - dijo algo nervioso el bajito y vio los ojos del mayor brillar mientras se ponía de pie caminando hacia él.

-No quiero que pienses mal de mí, pero si me lo pides con esos ojitos está bien. - el mayor le sonrió mostro sus rosadas encías en una sonrisa y Jimin no pudo evitar robarle un beso, como es posible que fuese tan perfecto?

-Jamás pensaría mal de ti Yoongi.- dicho esto se tomaron de la mano y fueron hasta la cama donde el castaño se escondió entre los brazos de su hombre para así caer dormido luego de desearle flojamente unas buenas noches.

El más pálido no tardo más que unos minutos y se durmió con el joven en brazos.

Otra noche completa de sueño, comenzaba a gustarle esto de no tener pesadillas y dormir plácidamente de corrido. Despertó en brazos de Yoongi y sus ojos quisieron llorar al ver al mayor con sus labios húmedos entreabiertos, sus ojitos cerrados interrumpidos por unos cuantos mechones negros y sus mejillas brillantes y rosadas por el calor de la calefacción.

Beso sus labios en tan solo un roce y el mayor ni se movió, al parecer tenía el sueño pesado, muy pesado.

Luego de casi media hora de intentos fallidos de despertar al mayor, se rindió y resignado se dejó abrazar por el cuerpo de Yoongi, quizá podría dormir un rato más....

-Hasta que te quedas quieto...- musito con voz ronca el pálido.

-Estuviste despierto todo este tiempo? - el menor quiso matar a su acompañante.

-Desperté en uno de los últimos intentos, debes de saber que tengo el sueño muy pesado Jiminnie...- abrió los ojos y se acercó al menor para tomar sus cálidas mejillas y besarlo suavemente volviendo a cerrar sus ojos.

Al abrirlos apretó las mejillas del más bajo y aseguro haber visto lo más tierno sobre el mundo.

-Eres tan lindo Jiminnie... eres como un mochi con  esos cachecitos tan esponjosos. - rio mientras dejaba un último beso en el castaño de mejillas incendiadas. -Así te llamare desde ahora Jiminnie, ahora te diré Mochi.- rio otra vez y lo abrazo.

-Pues tu eres muy dulce así  como un gatito...- el más joven rio y desordeno el cabello del bello hombre a su lado.

-Gato?- frunció su nariz algo confundido.

-Claro que si, quieres un café Don Gato? - pregunto sentándose en la cama.

-Amargo por favor y permiso, iré al baño. - poniéndose de pie se metió en el baño.

-Amargo será entonces...- el menor sonrió y se fue a la cocina.

Se encontraban desayunando entre risas y cumplidos; cuando terminaron llevaron todo y Jimin se arremango la sudadera de Yoongi que aun llevaba puesta y quedaron a la vista sus vendajes, haciendo ensombrecer un poco al mayor.

Trastorno Limite. [Yoonmin.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora