Corre.

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Tuvieron que quedarse un tiempo, en realidad Yoongi le había suplicando a su Jefe unas vacaciones y este se las otorgó, ya que venía muy bien con el trabajo.

Estuvieron 15 días en Japón, iban a quedarse unos días más, pero no todo podía ser plenamente perfecto, Jimin había recibido una llamada de un número desconocido y estaba aterrado, necesitaban volver a Corea.

"Voy a encontrarte, no puedes escapar de mi."

Las palabras de su padre resonaban en su cabeza y lo traían paranoico, estaban justo en frente del aeropuerto, si su padre sabía que estaba en Japón, pues lo marearia volviendo a Corea, eso le daría unos días para ver que hacer.

- Quedate aqui bebe, iré a buscar algo para comer... - el mayor beso la frente de su amor y le dirigió una mirada dulce, solo los ojos gatunos del peligro calmaba al más bajo, se encaminó a una tienda a unos metros de donde este estaba sentado, debían esperar unas horas hasta que el avión llegara, pues había unos cuantos atrasos y para que mentir, Jimin no había comido y moría de hambre.

Mientras esperaba a su pelinegro sintió como alguien se sentaba a su lado izquierdo, pero no le dio importancia, hasta que esa persona habló...

- Estabas yendo a ver a papi verdad? No querrás que me enoje no es así? No quiero creer que huias de tu padre... - la voz profunda se clavo en sus tímpanos como alfileres, su cuerpo tembló al sentir una mano pesada en su muslo y aquel hediondo olor que desprendía ese hombre; no sabía que hacer, el temor le recorrió el cuerpo entero en un segundo.

Sintió otro cuerpo en el asiento de su lado derecho y a alguien parado a sus espaldas, generando una gran sombra, le quitaban las opciones de escape, todo había sido en vano.

Intentó decir algo pero su voz no parecía querer salir de su boca, pronto sintió otra mano en su hombro y una risa desagradable cerca de su oído, su cuerpo tampoco parecía querer reaccionar.

El pánico corrio en sus venas y la adrenalina se estanco en su corazón, levantó la mirada y vio al pelinegro regresando hacia el, nuevamente sus ojos se conectaron, la confusión y el terror se mezclaron en sus miradas, Jimin lo supo, no iba a dejar que le arrebataran la felicidad otra vez.

Tomó la mochila y antes de que cualquiera de los tres hombres reaccionará salió corriendo, tomó la mano de Yoongi y lo arrastró con el.

Lo primero que Yoongi supo en aquel momento desconcertante fue que el hombre de aspecto turbio sentado al lado de su pareja, era su padre. Lo segundo fue... Que debían correr por sus vidas.

Corrieron de forma desesperada a lo largo de todo el primer piso del gran edificio, siendo perseguidos por los tres hombres que desenfundaban sus armas apuntando las hacia ellos, ya no querían voltear, estaban suficientemente aterrorizados como para ver las balas dirigiéndose hacia sus cuerpos.  Oían a la gente gritar, veían a la multitud abrirse frente a ellos mientras corrían, todo parecía ir en cámara lenta mientras se chocaban con la gente en cada esquina intentando perderlos en un camino zigzagueante.

Cuando lograron perderlos de vista se metieron por una pequeña puerta y subieron las escaleras de emergencia a toda prisa, al llegar al segundo piso oyeron en los altavoces el aviso de que un vuelo directo a China estaba por despegar y quedaban tres asientos libres, se miraron agitados, Yoongi tomó a Jimin, antes de que este dijera algo y corrió a la cabina.

-Dos boletos para China por favor, es una urgencia familiar, los necesitamos de inmediato. - su inquietud alarmó a la cajera, la cual tomó la tarjeta de crédito y comenzó el pago.

- Yoongi ve solo, si voy contigo te atraparon también, esta es mi pelea, no quiero que salgas lastimado... - Habló el menor agitado entre sollozos, no quería ser salvado, por que significaría que no solo lo perseguirían el, si no que el pelinegro también estaría en la mira.

El mayor tomo de los hombros a Jimin y lo miro fijamente, su respiración era un desastre, no les quedaba tiempo.

-Ya me vieron contigo, ya estoy en la mira, ya no estas solo, o nos tienen a los dos o no tienen a ninguno. - la cajera llamó su atención y volteo enseguida, le dio los boletos y pasaron por el detector de metales, oyeron a la policía, pasos rápidos y gritos fuertes a lo lejos... Un disparo.

-Ya no hay tiempo, corre!! - Jimin tomó su mochila y corrieron por el pasillo hacia el avión, las puertas de la gran bestia de metal se cerraron tras sus espaldas, sus pulmones estaban en pleno colapso y sus corazones iban a estallar en adrenalina.

Se oyó al capitán anunciando un inmediato despegue, se sentaron en sus asientos siendo guiados por una asafata que al verlos en tal estado, les ofreció agua y le indicó sobre sus cinturones rápidamente.

Cuando el avión comenzó a rugir vieron por la ventana, el gran ventanal del aeropuerto dejaba ver cómo atrapa van a su padre y a sus hombres.

- Van a encontrarnos Yoongi... - la voz del rubio salió quebradiza y ya no pudo contenerse, comenzó llorar en silencio.

- No amor, estaremos a salvo. - tomó su rostro y lo miro a los ojos esbozando le una pequeña sonrisa, hasta llorando se veía perfecto.

- Estaremos a salvo mientras estemos juntos amor. - Repitió el pelinegro y dejó un dulce beso en los labios del rubio, acariciando sus mejillas para quitar el agua salada que las humedecida, se miraron fijamente durante el despegue, su respiraciones parecieron calmarse de inmediato.

Jimin sintió el avión elevarse y lo siguiente fue ver como Japón se hacía pequeño por la ventanilla, habían escapado, pero ambos sabían que todo era cuestión de tiempo, tiempo que no tenían.




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Hola! Espero les haya gustado, voy a estar haciendo una minni maraton por todo el tiempo sin actualizar, mil disculpas!!

Se vienen capítulos intensos!!

Gracias por su tiempo, los leo en la proxima!!

Trastorno Limite. [Yoonmin.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora