Capítulo 35

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Años después...

Natasha bajó de su auto y caminó con paso firme a la entrada de la empresa. Todos corrían y se apartaban del camino de la dueña del lugar, saludaban y ella les respondía. Natasha era conocida en A&R por ser la dueña legítima y subir el récord de la empresa hasta los cielos, pero también por su carácter y determinación. Subió al elevador y marcó el piso de su oficina. Al salir de éste, vió a su secretaria esperándola con su café y unos papeles, cómo todos los días.

-Buenos días señorita Natasha -Saludó la chica de unos treinta años.

-Carmen -Respondió la rusa entrando a su oficina.

El lugar era enorme, era la oficina más grande de la empresa, con ventanales enormes que dejaban ver el esplendor de la ciudad, una mini sala de lado izquierdo acompañado de un mini bar y un mini refrigerador. Del lado izquierdo se encontraba un mueble de pared a pared lleno de libros y con un par de adornos -plantas- que la rusa colocó ahí y en el centro se encontraba su escritorio, un mueble algo grande y espacioso, cargando una computadora de escritorio, un teléfono, una tableta, unos cuantos lápices y plumas y por supuesto una foto de la pequeña rubia de ya seis años.

-Estos son los contratos que tiene que leer para saber si los aceptará -Carmen dejó unas hojas -Estos son los planes de negocios que formularon en el área y estos son los casos que le llegaron -Dejó carpetas en el escritorio.

-Bien, gracias -Natasha se sentó -¿Ya te habló Alex? -Preguntó.

-No señorita -Respondió.

-Comunícate con él y dile que necesito esa orden -Natasha la miró.

-De acuerdo, sí. ¿Algo más?.

-Que nadie me moleste en un rato.

La morena salió de la oficina dejando a la pelirroja leyendo y tomando notas de todo lo que tenía en su escritorio. La empresa A&R era la empresa de sus padres y Natasha había sido muy buena como dueña y presidenta, lanzó la empresa mundialmente y ahora son conocidos. Natasha años atrás, había decidido poner una de ellas en New York, pues ella no iría a vivir hasta a Rusia, no de nuevo. Ahora la empresa tenía varias sedes alrededor del mundo y la segunda más importante era justo en donde ella se encontraba.

Natasha ejercía dos profesiones ó mejos dicho, dos trabajos, se hacía cargo de todo lo de la empresa como si a eso se dedicara, pero también resolvía casos penales, e incluso era conocida por una de las mejores abogadas en esa rama.

Escuchó unas voces venir de fuera y levantó los ojos de su carpeta. Tony entró como Juan por su casa y cerró la puerta. Natasha lo miró y él se sentó en una silla frente a ella.

-Estoy ocupada.

-Estabas ocupada.

-Tony -Natasha advirtió -Tengo mucho trabajo.

-Lo sé -Tony se pasó la mano por la nuca -Pero necesito un favor, uno muy, muy grande.

-¿Cómo el último?.

Y es que Natasha ya casi no le hacía favores al moreno. Estaba claro que el que Stark Industries y A&R Industries fueran aliados, no significaba que uno obedeciera lo que el otro decía. Pero si de favores hablamos, Natasha había salido perdiendo con el castaño.

-Depende cómo lo veas -Tony respondió.

Hace unos meses Tony le había pedido el favor a Natasha de que consiguiera la forma de que él pudiera entrar a la base militar en donde su mejor amigo se encontraba, la rusa al ver tan necesitado al castaño, consiguió los papeles necesarios para que Tony entrara a la base. Pero Natasha no contaba con el hecho de que Stark aramara un revuelo e hiciera explotar una bodega de armas. Natasha se molestó con él y dijo que no le haría más favores.

Mi nueva vida (Romanogers)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora