Capítulo 5

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Los días pasaban y pasaban y la pelirroja sólo rogaba que ese año pasara más rápido de lo que se le estaba haciendo el tiempo ahí. Las clases no eran un martirio, pues la pelirroja comenzaba a sobresalir en notas y en las clases, lo que se le empezaba a complicar era el acercamiento de los demás hacia ella. No estaba de más decir que ya muchas veces la pelirroja rechazaba a aquellos que querían entablar una conversación con ella, sin embargo, Natasha jamás imaginó que su vecino fuera a la misma escuela que ella.

El joven Barton era un chico amable y cortés, pero sobre todo era muy paciente. Para él, esa chica nueva tenía otros motivos para estar en ese lugar. El chico tenía un muy buen sexto sentido para poder leer a las personas y esa chica pelirroja tenía algo que la estaba ahogando.

La rusa ojiverde no era nada tonta, sabía o se imaginaba lo que Barton veía en ella.

-Eso era lo que quería evitar -Soltó un gruñido por lo bajo.

La campana para salir de la preparatoria había sonado, lo que hizo que la pelirroja cerrará su casillero y prendiera camino hacia la salida.  Al cruzar la puerta y bajar las escaleras de la entrada, se dió cuenta de que el joven castaño le pisaba el paso, así que ella apresuró más su caminata.

-¡Oye! ¡No corras! -Gritó el castaño y se apresuró para alcanzar a la rusa -¡Hey!.

Barton la agarró por el brazo y no sé espero lo que venía. La rusa lo tomó de la mano y lo torció quedando ella atrás de él. Los guardaespaldas se dieron cuenta de esto, más no hicieron nada al respecto puesto que la rusa sabía defenderse y lo tenía todo bajo control.

-Eso duele -Clint habló intentando zafarse -Sólo quiero hablar.

-Pues yo no quiero hacerlo -Natasha dijo enojada -Todo el día has estado viéndome con cara de idiota.

-Sólo quiero ser amable -Natasha lo soltó de su agarre al escuchar eso -¿Por qué rechazas a todos los que quieren hablarte? ¿Acaso te sientes bien sola?.

-¿Por qué ustedes siguen hablándome si no les hago caso? -Atacó la pelirroja cruzada de brazos.

-Buen punto.

-No tengo tiempo para esto. Adiós.

La pelirroja estaba a punto de marcharse, no quería seguir con eso de entablar conversaciones con alguien a quién no conocía y que no quería conocer.

-Sé porque eres así Natalia.

La rusa paró en seco y abrió los ojos como platos, se dió la vuelta y caminó a paso rápido y encaró a su compañero.

-¿Por qué me llamaste así? ¡Dime!.

-Tranquila -Barton la miró -No se lo diré a nadie. Sólo quiero que sepas que tienes a un amigo con el cual contar. Leí sobre ti, pero quisiera saber más y que tú seas la persona por la cual me entero.

-Jamás conté con nadie que no fueran mis padres y mi tía. No te conozco, ¿como quieres que confíe en ti?.

-Porque yo sé lo que se siente perder a un padre.

Los dos jóvenes se analizaron de pies a cabeza, cada movimiento, cada gesto que hacían. Los dos pensaron que se parecían mucho respecto a carácter y personalidad.

Natasha no se esperaba algo así. Se imaginaba que muchos de los estudiantes eran huérfanos de madre o de padre, tal vez de ambos, pero jamás de imaginó que alguien que tuviera eso en común con ella, fuera y le dijera que la entendía y que contaba con él.

-Natasha Romanoff -La pelirroja le tendió la mano y él la aceptó -Un gusto conocerte Clint.

Los dos sabían que ese era el inicio de una amistad que duraría para toda la vida. Pues los dos sentían una conexión especial, una conexión que decía que serían como hermanos.

Mi nueva vida (Romanogers)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora