-Que no se te olvide que estás aquí porque tu quieres-me repite mi padre por tercera vez.-Si no puedes con la presión, no haces amigos o nos echas mucho de menos...
-Papá, tengo 16 años, no 5. Y tranquilo, que no creo que esto pueda conmigo-le abrazo fuerte.
Sí, era verdad que exigían mucho en cuanto a nota aquí, y más me iban a pedir a mí, que iba becada y no les doy dinero. Pero que después de los exámenes de acceso, esto será pan comido. Supongo. Espero.
Después abrazo a mi hermano y a mi madre, que también han venido para despedirse de mi al internado. Tras otra ronda de besos, abrazos y alguna que otra lágrima por parte de mis padres, cojo mi maleta y empiezo a subir las escaleras que llevan a la puerta a una de las residencias del Emerald.
Es un sitio enorme: está rodeado de un extenso jardín del cual no logro ver el final. También hay un lago: en el sur de él, la residencia femenina, donde yo estaba. Enfrente, la masculina, y en la parte izquierda del lago, la escuela: un edificio de color vainilla enorme.
Entro en la residencia femenina, que también es de color vainilla por fuera. Es un edificio largo pero algo estrecho, sin mucha decoración.
Hay bastantes chicas condensadas en la zona de la puerta y alrededor de un corcho informativo, donde supongo que estarán la habitaciones.
Intento hacerme un hueco entre el barullo de niñas y maletas que rodean el tablón informativo. Cuando estoy enfrente de los papeles, empiezo a leer.
Primero de ESO, Tercero de ESO... Primero de Bachillerato.
Planta 5, Habitación 501.
-Ana Alicia Guerra Morales
-Miriam Rodríguez Gallego
-Amaia Romero Arbizu
-Aitana Ocaña Morales
No tenía ni idea de que fuese a compartir habitación con tres chicas más, daba por hecho que sería una habitación doble, como en los hoteles. Que ingenua de ti Ana, esto no es un hotel, no lo olvides.
Me meto en un ascensor junto con tres chicas que charlan entre ellas y que tienen pinta de ser más pequeñas que yo. Se bajan en la planta dos y voy sola hasta la cinco.
Cuando se abren la puerta del ascensor, veo que la habitación que está enfrente es la mía, la 501. Bueno, nuestra debería decir, ya que hay dos chicas en la puerta mirándome. Me acerco a ellas, un poco tímida.
-¿Eres Ana Alicia, a que sí?-me pregunta una de ellas, que lleva flequillo.
-Sí... Bueno, Ana solo. Ana Alicia es más para mis padres-no puedo evitar sonrojarme en ese momento.
-Yo soy Aitana-me dice la del flequillo.-Y ella es Miriam.
-Encantada-me dice Miriam, dándome un abrazo.
Es castaña clara, con un precioso pelo rizado con el que parece una leona, y bastante alta.
-Deberíamos ir para adentro-dice Aitana.-Amaia no llega hasta después de cenar, por lo menos, que por lo visto esta teniendo problemas con la maleta. Elige cama de las dos que quedan Ana, las dos camas de arriba de cada litera están cogidas, pero si quieres te cambio la mía por...
-No hace falta, gracias-le digo, sonriendo.
No es una habitación pequeña, pero tampoco enorme para cuatro personas: dos literas, dos mesas grandes de estudio con dos sillas cada una, armarios empotrados en las paredes y, al fondo de la habitación, una puerta que supuse que daba al baño.
Empiezo a deshacer la maleta a la vez que Miriam y Aitana, que me cuentan cosas sobre el internado y sobre ellas. Mientras Aitana cuenta sobre su aventura en verano en un pueblo perdido de Inglaterra, alguien abre la puerta.
-¿Está ya la chica nueva?-una chica rubia de nuestra edad se planta delante mía. Me quedo un rato mirándola: es rubia sí, pero no natural. Tiene unos ojos verdes preciosos y unos labios... llamativos. Además, es alta, y muy estilizada.- Supongo que sí. Bienvenida Ana Alicia, soy Mimi. Prepárate para pasar el mejor año de tu vida.
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come what may // warmi
Fanfictionen uno de los internados más exclusivos del mundo hay tiempo para todo: aprender, disfrutar, llorar, pelear y enamorarse. 🌹