La escuela era un fastidio, las únicas clases que me gustaban era teatro, baile, dibujo artístico y literatura. Zac y Scarlett eran mis mejores amigos, casi todos los días después de clases nos íbamos a comer y después íbamos a la casa de Zac a ensayar obras de teatro o a hacer tarea de cualquier otra materia.
Cada noche llegaba a mi casa y Teresa siempre estaba en su celular, -Ya llegué- Teresa siempre volteaba y caminaba hacia a mi para darme y beso y decirme -Ya está la cena- y seguir hablando con cualquier tipo que le diera su número de celular o con sus amigas, voy a mi cuarto y pongo mi música favorita y me pongo a bailar, -¡Miranda, voy a salir!- Teresa nunca me llamaba hija ni yo a ella madre, la verdad no tengo tanto afecto por decirle mamá o madre.
