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"No tengo inspiración"
Eran las palabras que pasaban por la mente de aquel joven que estaba sentado y recargado el un escritorio, mientras enfrenté tenía una computadora y una libreta llena de versos incompletos esperando ser alguna canción.
- Hyung ya nos vamos - la voz de alguien lo hizo salir de su laguna mental.
- ¿Van directo a la casa o va a pasar a comer? - pregunto después de unos segundos de silencio.
En una camioneta iban todos, unos ya estaban prácticamente dormidos, otros preguntándose dónde sería su destino, pero él ya lo sabía pues la respuesta del menor fue que iban a la casa compartida ya que todos estaban cansados, lo cual es lo que él quería oír.
Al llegar a aquel departamento >llamado casa< grande y espacio, entraron un gran grupo de jóvenes de diferentes edades a él.
El llegando entró directamente a su habitación, acostándose en su cama no sin antes ponerse algo cómodo de ropa. Casi estaba por caer en un profundo sueño cuando un dolor punzante en la parte baja de su abdomen le avisó que la naturaleza lo llamaba, se levanto de su cama y su cuarto que estabas a oscuras comenzó a caminar despacio hacia a poca luz que de filtraba por abajo de su puerta.
Cuándo ya estaba completamente dispuesto a abrir la puerta escucho una voz, no le llamo la atención quién era sino la plática que estaba teniendo con la persona que con al parecer está teniendo por medio de una línea telefónica.
- No le vayas a decir a mamá que voy a ir - está hablando en japonés - Es una sorpresa ya te lo dije - silencio - si, si, cambiando de tema... Es cierto que se van a venir a vivir aquí en Seúl - otro silencio - Espero ser el primero en saber, y así poder ayudarte para que se establezcan - después solo respondió con "si" y "no" - Nos vemos en Osaka, te quiero Akiko... Si está bien adiós - fue lo último antes de oír los pasos de aquella persona alejarse.
Unos segundos pasaron hasta que recordó el porque se había levantado pero se dió cuanta que ya no tenía ganas y solo por escuchar ese nombre y más entre palabras en japonés provenientes de su compañero de aquella nación.
- Aki - susurro para si mismo - creí que está noche no iba a pensar en ti - sus palabras fueron más altas.
