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Ya habían pasado un mes y un poco más de las palabras que se mantuvieron bastante tiempo en la mente de Akiko.
"No te involucres con él"
Pero más que lo intento no fue capaz de hacer la vista gorda a lo que comenzó a sentir desde la primera vez que lo vio. Ese raro cosquilleo cuándo sus ojos involuntariamente encontraban al tailandés entre los tantos alumnos de la gran institución. Ese rápido palpitar de su pobre corazón que tuvo la primera vez que hablo con el, lo cual fue el comienzo de cada vuelco de su corazón cuando se tratase de el, hasta con el simple hecho de escuchar su nombre en labios de algunas personas.
Y eso ni mencionar sus sonrojos recién descubiertos que vienen junto con su pequeño loco corazón.
En cambio a él después de dejar a la loca que se hizo llame su novia decidió parar de coquetear con las chicas que llegaban a él a hacer mismo pero con todo el descaro del mundo pareciendo desesperadas.
Sentía cada vez más que tenía una oportunidad con Akiko cuando que ella lo veía de reojo, lo sabía Chittaphon porque su nuevo amigo Yuto le decía o le hacía señas de que ella lo estaba viendo.
Aún eran demasiado ilusos e inocentes, cegados por las nuevas experiencias que no se dieron cuenta de que en algún momento ya no iba a ser todo de color rosa, pero en lo que llega eso hay que disfrutar el presente que estaban viviendo en sus años de adolescentes. Cuando no tenían grandes responsabilidades cuando aún había amor.
