CIRCUITO, capitulo 1

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CAPITULO 1

NICHOLAS

Tenia el objetivo en mis manos, mi jefe me miro evaluando mi expresion como siempre, todos evaluaban la expresion de todos en este lugar, en eso consistia el trabajo, averiguar cosas, guardarlas, entregarlas, ejecutarlas.
Eliminarlas.

-Crees podes hacerlo?.- Volvi a mirar la carpeta en mis manos con la informacion que debia encontrar, un nombre en alemán encabezaba la lista, según la información no debia tener menos de 75 años, listo para entrar al cajón.

-No deberia ser complicado, aunque tengo encima a los del trabajo pasado, Luca no se rendira hasta verme mas que muerto.- Movio el menton hacia adelante y atras constantemente, esa es la señal de que esta ideando que hacer o que no, no por nada era el Director de la CIA sin mas. Que tuviera jurisdiccion y prefiriera vivir aca en Londres era otra cosa.
Tenia que evaluar la situacion, no me consideraba un hombre estupido, pero en el ultimo objetivo cometi un error tal que me evidencio y me dejo al borde de que me cortaran para una barbacoa.

-Creo que eres capaz de hacerlo, hemos acomodado la situacion para que no se vea afectada tu identidad ni tu seguridad, solo debes hacer lo de siempre.- Eliminar, obvio que eliminar, pensé.

-Cuando salgo?.- Pregunte evitando su charla motivacional, si iba a encargarme de eso no necesitaba apoyo moral, necesitaba una pistola.

-A las 6 de la tarde te ubicaremos para evitar una filtracion como la vez anterior.- Asenti caminando hacia la puerta.

-Estare preparandome mientras, me hace falta una ducha.- Abri la puerta.

-No olvides pasar por acá antes de irte.- Volvi a asentir y desapareci por el pasillo hacia mi habitacion.

                                                                              ***

7pm

Igor me dio las indicaciones antes de salir, debia quedarme en el centro de la plazoleta de Londres, paseando y comprando, a dos metros del mercado navegante, donde estaria Annibal Stein como todos los Viernes durante cada año comprandole verduras a la señora de cabello rojizo de edad parecida.

Algunos datos sobre Annibal:
1) Tenia exactamente 63 años.
2) Vivia en una modesta casa residencial al norte de Londres.
3) Espio a mas de ocho presidentes Norteamericanos durante toda su carrera a pesar de ser alemán y residir en Virginia durante gran parte de su vida.
4) Iba matarlo.

Me compre una bebida y una fajita en el camino pensando en cuales serian los motivos para eliminar a un vejete que con suerte debia poder levantarse de la cama.
Lo supe cuando lo vi, sus movimientos mostraban su estado de alerta, sabia que alguien lo seguia, que estaba siendo blanco de algo. Asi que hice lo que mejor me salia, me hice el tonto.
Lo que no sabia era que la comunicacion con mi centro de ayuda se perderia.

A lo lejos escuche el disparo.

                                                                        ***

Me asuste de repente, mi sistema nervioso comenzó a trabajar a todo ritmo buscando el origen del sonido, analizando donde me encontraba parado y a qué distancia estaría el ejecutado del disparo que hizo que la gente huyera como una pequeña colonia de hormigas furiosas, desparramándose hacia todos lados, gritando escandalosamente y tapándose la cabeza como si eso en realidad fuera capaz de ayudar en algo si es que la bala caía en sus cabezas.

No entendí en qué momento perdí de vista a Stein, en un momento lo veía comprando y luego ya no estaba más, había desaparecido como todos los demás.

-Buher- Me congele al escuchar mi real apellido, ese que nunca usaba porque era primordial mantener mi identidad real escondida, una pequeña sensación de picazón llego desde la parte baja de mi espalda cuando el líquido que me inyecto se diluyo por mi cuerpo. Perdí rápidamente la sensibilidad al intentar alejarme de Luca Martínez, quien me había encontrado en este estúpido mercado, intente caminar rápidamente pero la debilidad de mis piernas pudo más y comencé a retrasarme, sabía que él me estaba siguiendo, bote la maldita fajita y prácticamente grite por el auricular que llevaba debajo de la camisa, solo me percate del sonido ahogado de este cuando nadie respondió a la palabra de seguridad.

-Black I, reporte de inmediato, Black I, perdí contacto ¡por la mierda!- Comencé a ver pequeñas manchitas negras que oscurecían mi visión ¿qué mierda me había puesto? ¿Y porque no estaba siguiéndome? Cuando logre llegar a un callejón más apartado entendí el porqué, él quería verme llegar a rastras hacia él.

-Como dicen Buher, la segunda es la vencida- Sonrió con aires de superioridad, debía reconocer que había caído como un salmón en su red, listo para ser despellejado.

-Nunca fuiste tan creativo, me sorprende que no me hicieras partir de la risa con ese chiste- Mire despacio hacia todos lados, el callejón solo consistía en botes de basura y una que otra rata buscando de que alimentarse.

-Vamos a hacer algo simple, o te saco a punta de pistola o pones de tu parte y avanzamos como los buenos colegas que somos- Sonrió mostrando su incisivo de oro que tan asqueroso se le veía.

-Jamás seria colega tuyo Luca, no me va lo rata asquerosa- Estire la mano hacia mi cinturón buscando el arma y no encontré nada, quien me haya inyectado debía haberla tomado.

Un automóvil negro aparcó acercándose al callejón lentamente. Intente defenderme cuando su puño impacto en mi mandíbula, lo empuje hacia un lado y volvió a arremeter con más fuerza.

 -Que justo eres- Murmuré levantándome cuando logró tumbarme con fuerza.

-Vamos Nicholas, nadie dijo que la vida era justa- Estaba al parecer, brindándole un gran espectáculo al intentar mantener mi integridad intacta, pero solo lograba hacerlo más entretenido para él, esperaría a que el efecto pasara y seria todo como siempre, volvería a la oficina quejándome de la filtración.

Luca no se contuvo de golpearme cuando titubee y caí una y otra vez, sentí el quebrazón de algo dentro cuando me golpeo el abdomen con una fuerte patada, debían ser una o dos costillas.

-Levántate, nos vamos- Sentí la sangre derramándose por mi nariz y los nudillos rotos, intente ponerme de pie pero no sentía las piernas ni podía hacer fuerza con ellas.

-Si quieres llevarme vas a tener que cargarme- Sonreí socarronamente, si algo me quedaba aún era el sentido del humor, volvió a golpearme en la cara a pesar de lo cansado que se veía. Dos de sus matones me arrastraron hacia el auto y me tiraron en el maletero de este. No supe más hasta que quede a oscuras y el cansancio comenzó a hundirme más cada vez más en él, llevándose consigo la tranquilidad y mi cuerpo.

Esta es la primera vez que escribo algo e intento publicarlo, ojala les guste y me dejen sus opiniones.
Sora~

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