NICHOLAS
Llevaba una semana viviendo en una escuela de chicas mini espías, que buena broma, cuando adolescente podría haberme sonado atractivo pero ahora que tenia veintinueve años lo único que quería era cambiar a un departamento solo nuevamente, solo me quede porque Gabrielle estaba demasiado tranquila, había dejado de insistir en la posibilidad de salir y se había dedicado a ayudar a sus chicas y estudiar como una loca, ni siquiera habíamos hablado, y cuando la veía buscaba con quien charlar y cambiaba de idioma como de ropa, luego entendí que en realidad funcionaba así para todas, las pantallas digitales en los muros indicaban el idioma que correspondía, el precio de las principales monedas de cambio mundiales, el alza de la bolsa internacional, el clima en ciertos países, noticias diarias y el menú del día de hoy. No sabia si estar abrumado o curioso. Pero sabia que algo tramaba.
La escuche murmurar al avanzar por el pasillo hacia su habitación, iba a levantarme y seguirla cuando escuche la otra voz.
-¿Recuerdas que te dije que eras un ogro en versión femenina? Pues bien, ahora alcanzaste un nivel superior, conste que te ayude solo con el fin de... - Era un hombre.
-Hacerle ver lo que se perdía, lo se, pero ahora por su culpa Anibal esta escondido quizá donde, puede que incluso en una isla- La culpa era mía, pero luego de hablarlo con Jules a ella no le pareció mala idea con tal de retenerla ahí, al menos lo habíamos conseguido.
-¿Y que dijo Jules? Mi clase empieza en cinco minutos, tres pisos mas abajo en caso de que quieras resumir- Su amigo. Una ola de celos me invadió, que extraño, nunca había estado del otro lado de la moneda y no era nada agradable.
-En resumidas cuenta que el tenia razón y que era mejor que me quedara acá por un tiempo, estoy segura de que algo sabe y no quiere decírmelo- Me la imagine pasándose las manos por las mejillas.
-Nada mal, partiendo por el posible agujero que podrían haberte abierto en la frente, me parece una buena idea que sigas viviendo aquí- Podía escuchar el deje de humor en la voz del tipo.
-Es increíble que en este lugar estén todos a favor de mantenerme retenida- Suspiro, sabia que teníamos razón y no quería darse por vencida, bien, la haría cambiar de opinión.
-Todo sea por la seguridad de Lady Gabrielle ¡HEY! Nos vemos a la cena- Lo golpeo, buena chica, me vi a mi mismo sonriendo y me sentía prácticamente patético, los pasos marcharon en diferentes direcciones y luego la puerta de unos metros mas allá se azoto. Entre a su habitación y me quede inmóvil, tenia el torso semi-desnudo y trataba de mirarse los moretones debajo de la blusa.
-¿Necesitas algo? Tu habitación esta unas puertas mas abajo- Dejo caer la camiseta mirándome a través del espejo donde solo había una fotografía de tres jóvenes abrazados, supuse que era ella y sus amigos. Pero ahora su rostro estaba demacrado.
-Llevamos mucho tiempo sin cruzar palabra, es tiempo de que la situación vuelva a la normalidad, ya he conseguido un lugar donde ubicarme- Sus ojos vagaron por mi rostro y detrás de mi a la puerta que seria su escape.
-Estamos charlando ahora... -
-Sabes a lo que me refiero, puede haberte parecido mal lo que hice pero era la única solución que se nos ocurrió para mantenerte segura- Dejo caer las manos y luego se agarro la cabeza apretándosela.
-¿Segura dices? A la única persona que tengo ahora para ayudarme es a Anibal Nicholas, si le sucediera algo no se que haría...- Me acerque y le aparte las manos antes de que se hiciera daño,
-Vamos, no seas quejica, eres una super espía, no deberías preocuparte tanto, tu abuelo, como ambos ya sabemos ha escapado de numerosas muertes, dudo que se deje atrapar cuando Jules le dio dos horas de ventaja- Eso casi la hace sonreír pero luego se alejo mirándose la banda morada que se extendía desde su hombro derecho hasta sus ultimas costillas izquierdas, formo una mueca al apretarse ciertos puntos.
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CIRCUITO
AcciónOjos verdes lagrimosos Manos temblorosas Un cierre de ojos El disparo -Despierta porfavor-