CIRCUITO

CIRCUITO, capitulo 7

GABRIELLE

Tomamos a las nueve pm un tren hacia Berlín, ambos llevábamos mochilas y aunque pensé que demoraríamos más o tendríamos problemas al salir nada de eso paso, lo que me llevo a ser más cuidadosa.

El invierno estuvo esta vez de nuestra parte porque cubrió la mayoría de los parches y el yeso de Nicholas con el abrigo que lo obligue a llevar, también coloque un localizador en el forro de esta solo porque Iván insistió, no es que no confiara en el, pero ser precavida no estaba de mas.

Cuando entre en la habitación para recoger nuestras cosas llevaba una melena rubia brillante, unas espesas cejas y unos ojos marrones falsos, antes de irse Iván me inyecto un localizador en la parte interna del brazo no más grande que un grano de arroz, según él era pasivo por lo cual no habría riesgo, Nic por su parte había tenido que cooperar tiñéndose el pelo tan negro como el carbón y colocándose unas patillas horribles, lo maquille tanto que podría haber maquillado a diez chicas con la cantidad de base que le aplique para cubrir los moretones y rasguños.

Al acomodarnos en las butacas de nuestro compartimento descubrimos que era bastante más cómodo de lo que creí, metimos los bolsos en sus espacios correspondientes y ayude a Nic a quitarse los zapatos, luego de que me acomodara el silencio reino incomodo.

-Tu cabello, se ve mejor de su color natural- Hizo ademan de tocarme el cabello pero ondeo la mano en el aire y la dejo caer en su regazo frunciendo el ceño.

-Gracias, pero a ti te sienta bien el negro- Se encogió de hombros y se arranco un bombón de la pecera a su lado, me tendió uno.

-¿Quien se supone nos llevara a Virginia?- Trate de tragar rápido para responder.

-Es un vuelo pequeño, no más de cien pasajeros, estamos en una cabina cómoda- Pareció sopesar mi pregunta mientras mascaba otro bombón.

-Tengo muchas preguntas aun, así que pedimos la cena y charlamos- El tono de su voz no parecía admitir muchas quejas así que me encogí de hombros y me lleve la frazada hasta el cuello para dormir un rato, el arma que llevaba debajo de la chaqueta se mantuvo tibia debajo de mi brazo pero no pensaba sacármela, en caso de cualquier cosa era la única capacitada para defendernos. Nic se acomodo igual que yo pero mirando hacia arriba.

-Ni siquiera te he dado las gracias por esto, así que gracias por ayudarme allá la otra noche, Luca me hubiera matado y yo no...- Le di un apretón en el brazo que lo hizo mirarme un segundo.

-No me des las gracias aun, salgamos de aquí antes- Cerré los ojos por lo que creí unos minutos luego de mirarlo fruncir el ceño varias veces, mi mano se quedo en su brazo.

Cuando desperté eran cerca de las once de la noche, había dormido cerca de dos horas y una capa de sudor me cubría la frente, la mano que estaba sobre el brazo de Nic estaba cerrada en torno a él y lo apretaba con fuerza, trague bocanadas de aire poniéndome a la defensiva de inmediato.

-Tranquila, es solo la cena- Gire la cabeza hacia la fuente del sonido y casi me doy un cabezazo con Nic quien estaba bastante más cerca de lo que creí, me sonroje al instante- Recuerda que somos enamorados- Gire la cabeza hacia un lado intentando entender lo que decía hasta que toco el anillo en su dedo anular y caí en la cuenta de todo. A Iván se le ocurrió que podríamos pasar más desapercibidos si todos creían que éramos recién casados, he ahí el de las argollas de oro en los dedos anulares de ambos.

-Tengo mucha hambre- Me humedecí los labios involuntariamente y pareció fijarse en ese movimiento porque su mirada se desvió de mis ojos, me aparte incomoda ante mi estúpida reacción.

La mesita que venía con el compartimento estaba llena de pastelitos, comida y te de hierbas, los olisquee todos tratando de eliminar el rubor en mis mejillas. La puerta se abrió de repente y me lleve la mano al cinto, Nic levanto la mano para detenerme cuando uno de los asistentes del tren entro llevando unas frazadas. Suspire, esto estaba trabajando seriamente en mi paranoia, tendría que aprender a controlarlo pronto.