A quien corresponda

Carta #21.- Huida

Esta tarde tuve tiempo para reflexionar sobre mi vida.

Mirando el cielo flotando en una alberca de la ciudad, me sentí sola. A pesar que de mis hermanas me acompañaban y estábamos celebrando el cumpleaños de la mayor.

No paraba de preguntarme ¿Cómo habrían sido las cosas de haber hecho algo diferente? ¿Habré hecho bien algo en mi vida? ¿Qué fue lo que hice para merecerme lo que me ha pasado?

No sé si yo soy una persona muy negativa o muy desconfiada de las cosas por todo lo que ya me sucedieron.

A mis dulces diez años ya me frustraba el hecho de una persona estuviera muy cerca a mí, sobre todo si esa persona se trataba de un hombre, y aun con mis miedos pensaba que se trataba de algo muy normal, que te usaran y te dejaran sola después. El bullyng escolar no ayudaba mucho.

Entrada en la adolescencia la situación empeoraba, todos me creían una chica muy coqueta más sin embargo odiaba tanto llamar la atención de los hombres que me rodeaban. Obtuve muchos reportes por meterme al baño de los chicos a besarme con algunos, mientras que ellos eran unos campeones por restregarme su miembro entre las piernas.

¿Qué pretendían?

Cuando me encontraba con mis compañeras, me trataban mal por mi físico, y los chicos me trataban peor. Muchas veces escuche que jamás llegaría lejos por el simple hecho de ser "Gorda" mientras ellas tenían la vida ganada por estar "Buenas"

Con el tiempo aprendí a ignorar las cosas que salían de su boca o me acostumbre a los insultos.

Cuando cumplí catorce mis padres se separaron. Logrando que mi odio y desconfianza hacia las personas estuviera más que justificado; si mi propio padre era capaz de mentirme en la cara, ¿Qué no podían hacer las demás personas?

Cuando salí de la secundaria me alegre tanto, porque jamás volverá a ver a los chicos que me avergonzaban y me hacían sentir menos.

Comprendí que los chicos lo único que les interesaba era cogerte, pero, aprendí algo muy bueno.

Mientras peor trates a las personas más te buscaran sobre todo si lo que buscan es sexo.

Bajo eso conseguí "novios", "amantes", "amigos" y "ligues", personas que jamás me quisieron ni un poquito, pero tenía tanto miedo de estar sola que aceptaba seguir jugando al amor con tal de tener alguien a mi lado. Nunca confié en ellos. Así como ellos nunca pusieron su confianza en mí.

Las personas de las que me enamore, me pagaron mal. Jugaron conmigo hasta que ya no les serví más.

Al salir de la preparatoria, creí que había encontrado el amor. Un chico que me prometía TODO y al final resulto peor que todos los anteriores.

Y mi madre que a pesar de los desplantes que mi padre le hizo, juega a perdonarlo.

Después de tanto años, por fin me doy cuenta del porque me fui a estudiar lejos... Estoy huyendo de todos los recuerdos que cada rincón de esta pequeña ciudad trae de vuelta, evito a mis ex compañeros, aborrezco salir a pasear incluso detesto pasar tiempo de calidad con mi "familia", ni siquiera sé porque sigo viniendo cada vez que tengo días de descanso...