A quien corresponda

Carta #18.- Negativo

Buenos días mis queridos lectores :3
Hoy les contaré una pequeña historia... Para los que son de México sabrán de lo que hablo. Antes de salir de la preparatoria (Tenía 17 años)  yo quise hacer examen de admisión para una Universidad y me encontraba muy nerviosa, a madres! Entonces me deprimí el día de los resultados. Y esto fue lo que resultó...
Por cierto que yo sufro parálisis del sueño, por eso mis ligeras alucinaciones del final. Y el motivo por el que iba a la escuela era por una persona que me encantaba ❤

Espero sea de su agrado...

Besos
Luc ❤
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10:10 pm – 11:34 pm

Mi taquicardia aumenta cada minuto que pasa, no sé cómo explicar este sentimiento que se adueña de mi alma. La música no ayuda, el trabajo no me ayuda, las redes sociales, mucho menos.

No me concentro más que el pequeño recuadro negro con números marcando la hora.

Cada minuto se me es eterno, no sé si es nerviosismo o simple desesperación del momento.
La negación, si sale negativo llorare, si, no lo podre evitar, madura o no, fuerte o débil. Caeré y nadie me podrá sostener en ese momento. Llorare, gritare, golpeare la pared hasta hacer sangrar mis nudillos, tirare todos los objetos cortantes antes de perder la conciencia. Llorare a los pies de mi madre que no sabrá que decirme, mi hermana me mirara destrozada, que horrible ejemplo.

Marcare varios números y colgare antes de que me contesten, tomare aire y diré “La vida sigue” aun si mi mente diga mil insultos hacia mi capacidad intelectual, tomare aire, un baño de agua fría y un gran vaso de leche caliente, llorare mientras la bebo, si soy débil cuando me joden, llorare un rato más acostada, olvidando los trabajos que debería entregar, tonto de mi parte, al final dejare que los pocos minutos de sueño de adueñen de mi conciencia, mientras me abandono a mis pesadillas.

01:18 am – 01:57 am

El resultado fue negativo

Está bien… Llore, lo admito. “La vida sigue” Si lo dije. Y más lágrimas me brotaron; mi amiga lo aprobó, no la envidio, me alegro por ella y  me entristezco por mí.

Seguí llorando unos minutos más, fue entonces cuando ese mensaje me saco dos grandes lágrimas, mi hermana mayor, mandándome un abrazo, ni siquiera lo abrí, no quería dejar en “visto”.

Abrí el archivo de otra amiga, y ella, al igual que yo, reprobó. Y ahí estoy dando palabras de aliento cuando también las requiero, recordando las palabras del vampiro, todos los ánimos que me dieron, todas las horas que pase estudiando, mis dudas y las personas que me apoyaron en ellas.

Llora, pero no te rindas. Cae, pero no te rindas…

Me levantare de este madrazo también, llorare para desahogarme un poco más con mis fantasmas a solas (La niña comienza a agradarme), quitare mis pensamientos perturbadoras, no pienso hacerme daño, no llorare a los pies de mi madre, tal vez en sus brazos… No dejare que mis hermanas me miren caída; mi poco orgullo no me lo permite.

Dejare de sentir a la infante a mi espalda y a John desde la entrada aunque son mi única compañía en este momento.

La necesidad de llorar me inunda nuevamente, no sé si abandone a ella; la música solo lo empeora…

Creo que entro a la etapa de la depresión, mejor… Mejor dormiré, mañana hay escuela y solo voy por una razón; razón a la cual no le importo.