A quien corresponda

Carta #13.- Aquí sigo

Amo y aprecio cada una de mis facetas, unas más largas que otras, algunas dejaron una marca permanente en mi sistema psicológico, pero aquí estoy, sentada frente a mi computador después de lo que a mi parecer fueron siglos sin escribir palabra alguna de cómo me siento.

Estoy aquí.

Y recuerdo vagamente a una niña de 7 años que se encerraba durante el recreo, mientras los demás niños corrían en la cancha jugando futbol, estaba escribiendo, como toda niña, ilusionada por el amor, ilusionada por ese sentimiento que todo mundo describía tan lindo y que aun sueña con encontrar, recuerdo muchas cartas de amor para personas que no existían, tantos versos tontos escritos con los sentimientos más puros pero sin alguien que los recibiera.

Si pudiera decirle algo a esa niña, cuantas cosas no le diría sobre lo que va a sufrir, cuantas personas le pediría que evitara, cuantas cosas le diría que jamás aceptara hacer; pero no, al final le pediría que hiciera lo que creyera correcto.

Cuánto daño le han hecho a esa niña, al grado de deformar su personalidad.

Todo aquel que le haya hecho daño, todo aquel que se ha burlado de ella, todos los que la han pisoteado, sépanse libre de pecado; pues hicieron exactamente lo mismo que ella: hicieron lo que creían correcto. Y créanme que en lo más profundo de su ser, ella les agradece, si no fuera por todo lo que tuvo que pasar, ella no estaría donde se encuentra en este momento... Sentada frente a su computadora.

Por años les eh guardado odio y rencor, sepan que eso jamás cambiara, pero me hicieron una persona fuerte que puede hasta con la mas mínima de las críticas, todos estos años, además de mis ilusiones infantiles lo que me ha impulsado a seguir adelante, a seguir sonriendo, a seguir sobresaliendo de todos, es ese odio y rencor, ese anhelo de demostrarles que puedo, de demostrarles que no soy la basura, ni el desperdicio de persona que me hicieron sentir por años; NO! Yo soy más que eso, soy mejor y se los eh demostrado.

Podre caerme, podre tropezarme, podre sentirme una mierda de persona, pero queridos eso solo dura unos minutos, unas horas, tal vez unos días y voy a encontrar de donde levantarme para seguir demostrándoles de que estoy hecha.

Para rescatarme de ese infierno en el que sigo hundida por culpa suya.

No piensen mal no es un declaración de odio, simple y sencillamente es el desfogue de mis emociones.