Los primeros dos días desde que se fue el señor Alexander han sido tranquilos, pero lo bueno comenzará ahora. Es lunes y las niñas deben ir a la escuela, debo ayudarle a Michelle a peinar su cabello, solo lo secamos con secadora y le pasamos mi plancha por el cabello. También debo peinar a Adela, ella siempre está de mal humor, pero se deja peinar.
Cuando desayunamos les cuento sobre mi tío, se quemó el cabello y desde entonces le crece solo unos centímetros y después se le cae, esto aplica también en las cejas.
Cuando se van a la escuela Andrés y yo nos quedamos dormidos, nos despertamos cuando las niñas llegaron, así que tuvimos que pedir pizza.
Michelle me contaba como Todd le había dicho lo asombroso que se le veía el cabello y la insignificante máscara de pestañas que le había puesto en la mañana.
Andy no dijo ni una sola palabra y cuando le hacíamos preguntas directas nos cortaba o solo se iba de la habitación de donde estábamos, ya ni con Andrés hablaba. La primera semana de prueba Ady no había sido tan callada y grosera como lo era ahora. Michelle habló con ella pero Adela no asedio ni un poco.
Todd vino al día siguiente para hacer el trabajo que les tocaba, los dejamos solos y le exigí a Andrés que no los espiara.
Me esforcé mucho por arreglar a Michelle y que se viera natural, solo un poco de rubor, le saque la ceja y brillo labial. Aún que cuando se fue Todd todo valió la pena porque Michelle había dado su primer beso. Andrés, Michelle y yo gritamos y festejamos lo ocurrido. Ady seguía encerrada en su recámara.
La semana pasó sin ningún problema, Andrés ya hacia la comida porque ya no nos dormíamos, solo veíamos películas románticas y también lo acompañaba a la cocina a que él cocinara mientras platicabamos, nos habíamos hecho muy amigos. Le conté sobre mi primer novio y también del segundo, del tercero, del cuarto, de aquella vez que Diego, mi novio número doce, el más formal y dulce de todos, le surgió una oportunidad para trabajar en algo grande, ganaría mucho dinero y prometió en algún día regresar por mi y que si yo todavía lo amaba podíamos estar juntos.
Él me contó de la vez que se enojó tanto con toda la familia que estuvo apunto de pintarle su ropa a todos de rosa. Pero se contuvo y ahora se arrepiente de no haberlo hecho, me habló de su hermana y de lo mal que se llevaban y yo le conté sobre mi hermana gemela, le conté lo exitosa que es ella según mi madre, la niñez donde le hacíamos bromas a mi madre haciéndole creer que éramos la misma persona, nos vestiamos igual y tratábamos de hablar igual para que ella pensara que le faltaba una niña y se asustaba, un día pensó que había olvidado a una en el mercado. También era muy útil para las fiestas porque si castigaban a una podía salir la otra, pero como no sabían cual era cual, una se sacrificaba por la otra.
Andrés y yo tenemos muchas cosas en común, como que ambos nos gusta “Los polos que se unen” un grupo musical y también nuestra película favorita de romance es la de “Con amor, tuya” que se trata de un hombre y una mujer que no quieren admitir que se aman y al final ella se va con alguien que sí la valora.
También, él cocina y a mi me encanta comer lo que hace, siempre pruebo la comida antes que nadie.
Cuando las niñas llegan, Michelle me cuenta sobre su día, aún que no es gran cosa, siempre me habla de maestros, proyectos, trabajos y la nota alta que sacó en su trabajo de equipo con Todd, también está muy contenta porque Todd la invitó a salir.
El viernes cuando las niñas llegan de la escuela, Ady ve televisión mientras Michelle me implora por enseñarla a maquillarse natural, para que su papá no lo note pero que ella se vea bonita. Le dije que ella debía practicar, no todo sale a la primera, le conté la primera vez que me maquille y el horror que fue.
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LA NIÑERA
FanfictionSoy Valeria Lira, veintisiete años, sexo femenino, soltera, sin pretendientes. Aunque es por falta de oportunidades, no porque yo no quiera . Me pusieron Valeria porque mi madre quería un nombre que rimara con el de mi hermana, Daniela. Aunque Vale...