LAS PASES

4.9K 437 33
                                    

—¡Regresé! —Entré como toda una diva a la casa de los Maldonado.

—¿Ahora tengo que acomodar sus maletas de nuevo? —Andrés se quejaba.

—Ya no saldré de viaje, no será necesario por ahora. — El señor Alexander fue a sentarse en la sala.

—Pero si las niñas me necesitan las 24 horas. —Defendí mi lugar

—¿Lo cree? — volteo a mirarme.

—Claro que sí.

—No creo que sea necesario. —Se giró y encendió la televisión

—Están en la limusina —Le susurré a Andrés, él sonrió con complicidad.

—¿Cree que exagere con Michelle?—El señor Alexander preguntó en voz alta llamando mi atención.

—Sí —Fui honesta.

—Pero es que…

—No diga que es una niña de nuevo, por favor. —Me senté frente a él.

—No es eso. Pero ya perdí a su madre y no quiero perderla a ella. —Me miró a los ojos. Sabía que lo decía en todos los sentidos.

—Si sigue en esa postura la perderá mas pronto de lo que se imagina, de pronto le mentirá para poder salir, fingirá que va vestida de una forma cuando en realidad se cambia en otro lado, le pedirá a la niñera que le consiga bebidas alcohólicas… —Me miró mal —A lo cual de diré que no. —Le sonreí con nerviosismo. —Pero ella le tenía tanta confianza que hasta le contó sobre Todd. Yo a su edad decía que iría a la biblioteca —Tuve un recuerdo y sonreí —Y sí íbamos… pero hacíamos ruido.

—¿Qué quiere decir señorita Valeria?

—Que afloje un poco la cuerda, dele permiso pero también ponga sus condiciones, como la hora de llegada, que le diga dónde van a estar y que se lo presente. Tal vez conociendo al chico le de mejor espina.

—Creo que tiene razón, haré que siga confiando en mí y así todos podremos estar contentos, controlaré mis impulsos y la apoyaré. —Se levantó contento.

—¿Podemos hacer una prueba? —Fui a su lado.

—¿Prueba?

—Para ver si está dispuesto a alegrarse y entender de las cosas que le pasen a su hija.

—Claro —Se acomodó la corbata.

—¡Su hija ya dió su primer beso! —Dije algo emocionada.

—¿¡Cuándo!? —Trato de controlarse.

—El martes, justo ahí. —Señale el lugar que Michelle ya me había señalado.

—¡¿Y usted lo permitió?!—Comenzó a alterarse.

—Recuerde que es mejor vivir en la luz —Le recordé.

—¡¿Pero qué rayos le pasa?!

—¿Val? —Michelle bajaba alegre las escaleras.

—¡Linda! —Fui a abrazarla.

—¡Oh! Te extrañe tanto, te necesito las 24 horas del día. —deshizo el abrazo.

—En eso estoy — Dijo Andrés entrando con las maletas y subía las escaleras.

—Todd pensó que era aburrida porque no me dejaron salir con él. —Se quejó.

—Linda, tu no eres una mujer fácil. Tu tienes una casa, reglas y un padre también — Comencé a hacerla entrar en razón —El hombre que quiera estar contigo respetara eso y si él no lo respeto entonces no vale la pena para ti. ¿Qué a él no lo cuidan sus padres?

LA NIÑERADonde viven las historias. Descúbrelo ahora