Capítulo 3:¿Me quieres mami?

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El pequeño Cody se encontraba en su habitación,  sentado sobre la orilla de la cama,mientras mecía sus pies de un lado a otro

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El pequeño Cody se encontraba en su habitación,  sentado sobre la orilla de la cama,mientras mecía sus pies de un lado a otro. Tarareaba una canción con su dulce voz:

—Uno,Dos, Muertes por doquier.

—Tres,Cuatro,Sangre en el Brasier.

—Cinco,Seis,Yo te atacaré yo soy un ser maligno del que debes de  temer.

El pequeño rió al terminar su hermosa canción,se levantó lentamente y cogió un papel y un lápiz. Allí escribió lo que según el era una obra maestra. Estaba ansioso por mostrárselo a su tía Anne.

Se dirigió a la gran ventana,allí observaba el césped,totalmente verde y perfecto,el cielo con algunas nubes y el árbol principal se movía levemente por la brisa. Colocó sus manos sobre el ventanal y apoyó su cabeza,estaba aburrido.
Sintió la puerta principal,esto hizo que se sobresaltara,salió de su habitación y corrió hacia la sala.
Allí estaba su tía y padres,estos traían una gran caja la cual parecía moverse.

Kevin sonrió y miró a su hijo;

—Cody... Adivina que trajimos...

El niño acarició su barbilla,parecía que de la caja saldría un mutante por los movimientos fuertes y constantes.

—No lo se—levantó sus hombros.

—Deja de hacerlo esperar Kevin,Cielo acercate y ve lo que hay dentro —dijo Anne.

Cody sonrió maliciosamente y se acercó a la caja.
Se arrodilló y lentamente fue abriendola. Esta al estar completamente abierta mostró un lindo cachorro Beagle. Los ojos del chico se iluminaron y se formó una linda sonrisa.

—¡Wow!, ¡Que lindo!—exclamó cogiendo al perrito.

El can miraba tiernamente al niño,su mirada tenía un dulce brillo y le pegaba lenguetasos a la mano de este.

—¿Como se llamará? —preguntó Sol.

—Mh... Se llamará Eko—dijo el pelinegro.

—Vaya nombre,pero lindo—exclamó su progenitor.

—Bien,puedes ir con Eko a tu habitación—dijo la tía.

Cody corrió hacia su habitación y cerró fuertemente la puerta. Dejó el cachorro sobre su cama y comenzó a acariciarlo,estaba encantado,era muy adorable.

—Veamos que juguetes tengo aqui que pueda darte—exclamó el pelinegro.

Abrió su baúl lleno de diversos muñecos y comenzó a revisar. Encontró algunos que rechinaban al ser apretados,perfectos para Eko.

Cogió el que tenia forma de plátano y se lo entregó al pequeño Beagle.
Este olfateó extrañado aquel objeto que se encontraba delante suyo.

—Vamos... ¡Juega!—gritó Cody impaciente.

El Can se asustó ante el grito del niño,juntó sus orejas y comenzó a chillar.

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