14.

374 49 19
                                    

Habían pasado ya dos días en los cuales JiYong no se había presentado al instituto, SeungRi había estado mirando a YoungBae andar son acompañante por las instalaciones y siempre que quería acercarse a preguntar sobre el pelirrojo su amigo comenzaba una charla con alguien más o se iba directo a su salón como si pareciera que tratará de evitarlo.

Había sido bastante extraño pues después de lo sucedido en la cafetería con la chica del teatro Yong nunca se había mostrado molesto con Ri por algo pero ese mismo día no vio a los amigos en la salida y seguido habían pasado estos dos días sin que GD asistiera a clases.

Era la hora del almuerzo, SeungRi se encontraba en la misma mesa del fondo con Dae, mirando su celular. Igualmente el pelirrojo había prometido enviar un mensaje y jamás llegó. Se notaba preocupado y su amigo se daba cuenta pero siempre trataba de distraerlo.

–Oye, Ri. ¿Sabes a qué museo irás para la tarea de Antropología? –el mayor de los dos saco una de sus libretas revisando algunos apuntes mientras el menor sólo se limitó a negar con la cabeza mientras seguía con la mirada puesta en el aparato.– Ri, Ya basta. Deja de pensar en JiYong, seguro mañana se presenta ya. –espetó Dae cerrando su libreta y mirando con el pelinegro seguía rascándose la barbilla para después levantar la mirada y recorrer con ésta la cafetería en busca de alguien. Después de unos segundos pudo levantarse encontrando a quien esperaba.

–Ahí está Bae. Te veo al rato.– se despidió sin siquiera mirar al castaño y caminó directamente al chico de cabello rosa quien permanecía en silencio y sentado en una mesa cerca de donde hacen los pedidos de comida, estaba mirando su celular, se veía normal. Hoy no te escapas. Pensó Ri.

–YoungBae.–lo llamó logrando captar su atención. Inmediatamente el mayor tragó saliva sonorosamente pensando rápido en inventar para irse.

–Hola, Ri. Qué gusto verte... Lamento que no me quedé pero tengo...

–Es mejor que te quedes sentado si quieres seguir manteniendo ese rostro tan lindo que tienes.– Bae supo que ya no había manera de escapar en cuanto SeungRi recargó ambas manos sobre la mesa justo frente a él inclinándose y mirándolo directo a los ojos con amenaza, sabía que estaba molesto y era mejor que hablaran a que hicieran un escándalo.

–Entonces siéntate.– la voz del mayor era tranquila y ésta vez se recargo en el respaldo del asiento levantando la barbilla y sin quitarle los ojos de encima al contrario, éste obedeció.

–¿Dónde está JiYong?– preguntó una vez que estaba sentado tratando de sonar serio y despreocupado aunque en realidad moría de ganas por saber y quería gritar para que Bae respondiera rápido.

–No lo sé, SeungRi. Hace dos día que...

–¡No mientras YoungBae! Sabes dónde está y por qué no ha venido, eres su mejor amigo. –la paciencia del pelinegro estaba terminando y aunque no quería llamar la atención sólo una pocas mesas cerca habían escuchando el tono de su voz y voltearon para saber que ocurría.

–Ha estado enfermo. Está bien, deja de preocuparte, ya vendrá... Ahora –se levantó mirándolo con frialdad entornando sus ojos y apretando los labios.– Tengo cosas que hacer.

Las palabras de Bae no habían convencido del todo a SeungRi, creía que mentía. Por el principio había dicho que no sabía nada de él y luego confesó saber que estaba enfermo pero estaría mejor. Nada cuadraba y claro estaba que no conseguiría información por parte del pelirosa.

Estuvo en el aula el resto del almuerzo pensado en algo, no tenía la dirección de Ji, tampoco su número y recordó que nunca le mandó un mensaje como había prometido. ¿Y cómo consiguió él mi número? Una nueva duda se creó. Yong prometió enviar un mensaje pero jamás le había pedido su teléfono a Ri. Extraño.

Obsesión. | Nyongtory.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora