Obsesión. | Nyongtory.

36.

– Pero ¿que ocurrió con exactitud? – preguntó el moreno sentado en uno de los sofás del departamento de Ji.

Seunghyun había llegado al lugar después de un rato de llamar a Youngbae para informarle lo que había ocurrido entre su amigo y su novio en el centro comercial. Daesung ya se encontraba en el lugar con ellos, también le preocupaba por Seungri.

– Recibí un mensaje con la ubicación del centro comercial, estaba bastante intrigado. Creí que era Daesung, que se había quedado sin saldo y me lo había enviado de otro teléfono para que nos encontráramos allí – explicaba el mayor sentado frente a su amigo con las piernas cruzadas. Su novio estaba a su lado escuchando con atención – Llegué buscando a Kang pero no lograba encontrarlo y no había demasiado gente, las tiendas no estaban llenas así que tenía esperanza de encontrarlo pronto, cuando pase por la tienda de relojes y miré a Seungri dentro con ese rubio. Lo reconocí de inmediato y recordé lo que Yong nos había dicho. Él estaba muy seguro de que el tipo ya no estaba en Corea... entonces lo llame.

– ¿¡Por qué hiciste eso, SeungHyun!? – Daesung parecía estar demasiado preocupado por su amigo.

Dae sabía que Seungri había hecho mal pero también sabía los motivos por los que lo ocultó todo y no sería él quien lo juzgara, era su amigo y lo apoyaría.

– Si hay algo que odio rotundamente, son las mentiras – Choi miró a su novio y tocó su mano – Y aún más que quieran verle la cara de idiotas a mis amigos. Jamás permitiría que alguien les hiciera daño a esos dos cabezones.

Taeyang suspiró – Ahora solo tenemos que esperar a que venga Kwon, agh – el pelirosa se pasó ambas manos por el cabello con frustración e intentó marcarle al pelinegro pero no atendía llamadas.

Luego de que Jiyong decidiera hablar con Seungri, Seunghyun regresó a su departamento solo, así que por el momento no sabían si Ji seguía con Lee o si estaba en algún otro lugar, les preocupaba que hiciera una tontería.

Estuvieron aproximadamente dos horas esperando cuando la puerta se abrió del departamento se abrió dejando a la luz el delgado cuerpo de Kwon. Entró con la cabeza agachada, cerró la puerta y caminó hasta el sofá donde Taeyang estaba sentado, se dejó caer y junto él, las lágrimas de sus ojos. Bae pudo percibir el olor a alcohol y miró a Choi. Ambos negaron con la cabeza y el moreno acercó su mano a la cabeza de su amigo para acariciar su cabello.

– Yong.

– Se acabó, todo se acabó – habló GD acomodándose en su lugar, recargando los codos sobre sus rodillas y llevando las manos a su rostro.

– Me tengo que ir – Dae se levantó y se despidió de su novio con un beso en los labios para salir del departamento. Probablemente Seungri estaría solo y sería que lo necesitara.

– ¿Como que todo se terminó, Ji?

– Sí, terminamos... terminé con él.

Y sus lágrimas siguieron saliendo, no le veían el rostro pero su voz entrecortada y la forma en que respiraba lo decía. Seunghyun y Youngbae no podían evitar sentirse mal, nunca habían visto de tal forma a su amigo, sabían que verdaderamente sufría.

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En cuanto la puerta se abrió Daesung extendió sus brazos. El rostro de Ri estaba rojo, sus ojos hinchados y a pesar de eso no paraba de llorar.

– Tranquilo, Riri – Dae trataba de consolar al menor pero le parecía algo imposible. No quería preguntar aún nada pero tenía que hacerlo – Dime que pasó.

– No sé cómo llego allí – habló por fin Lee– Me arrepiento de todo, de todo Dae.

– Sabías que esto podía pasar – chasqueó la lengua rascándose la nuca – No debiste mentirle a GD nunca, o quizá ni siquiera verte con Aiden. ¿Le explicaste?