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– ¿¡Qué diablos te pasó!? – el enojo en la voz de Seungri era evidente. Seguía demasiado molesto por el comportamiento de Jiyong.

Cuando los separaron Aiden simplemente con las fuerzas que le quedaban se levantó y salió del instituto sin decir ni una palabra, así que Kwon tuvo que ser arrastrado adentro nuevamente. Entre Youngbae, Dae y Ri lo llevaron a una de las aulas que ya estaba desocupada para poder hablar y que se tranquilizara.

– ¿¡Sabes lo que pudo haber pasado!? ¿Eh? si algún profesor, decano o quien fuera además de los compañeros se daba cuenta de lo que estabas haciendo ¿Sabes lo que te hubieran hecho? Aiden no es estudiante de aquí. Todo el regaño y castigo caería sobre ti o incluso podrían correrte por pelearte dentro del instituto con alguien ajeno a el– el pelinegro hablaba sin parar mientras su novio se mantenía en silencio sobre un pupitre tratando de contenerse, y sobándose un poco los nudillos.

– Y tú – se dirigió a Bae– ¡Ni siquiera hiciste nada por separarlos! ¿Acaso no te importa que castiguen a Jiyong?

– Él no tiene la culpa de nada, todo es culpa de ese imbécil – habló por fin el pelirrojo con serenidad.

– ¿Eh?

– Nosotros mejor esperamos afuera – Daesung intervino tomando a Taeyang del brazo para sacarlo del aula y dejar que Ri y Jiyong hablaran.

– ¿Que fue lo que pasó?

– Ese imbécil vino a buscarte... ¿Cómo carajo querías que reaccionara? Te busca como si fueran amigos aunque claro que él no quiere ser tu amigo –explicó Jiyong esta vez mirando a su novio a los ojos– Tú me dijiste que hablarías con él para que se fuera. ¿No lo hiciste acaso cuando los encontré cerca de tu trabajo?

– Ya lo he hecho... pero él me pidió ayuda.

– ¿¡Ayuda!? – la expresión de Ji era de sorpresa y a la vez de burla. Ayuda, claro. – Ayuda ¿para qué?, no creo que haya venido desde Londres solo por ayuda. Apuesto que el hijo de puta tiene todo allá.

– Ji, por favor, no vuelvas a pelearte con él –Seungri mantenía una mirada suplicante, no quería problemas, mucho menos que el pelirrojo se metiera en ellos.

– ¿Tú puedes decirle que deje de buscarte? Te dije que me molesta, no sé qué intenciones tenga pero sé que no son buenas –Ji hablaba con sinceridad, desde que conoció en persona a Aiden supo que algo no andaba bien con él y no lo quería cerca, se sentía demasiado amenazado– Él no se va a rendir si tú no sé lo dices, por favor, Ri.

La mirada que Kwon le ablandó el corazón a Seungri de inmediato, estaba muy enojado con él al principio por meterse en una pelea pero al final no podía simplemente regañarlo por todo, Aiden tampoco era un santo así que no podía solo culpar a Ji.

Se acercó llevando una de sus manos al rostro del mayor acariciando su mejilla con el pulgar y luego de unos segundos suspiró asintiendo con la cabeza.

– Umm, le diré que no lo quiero más cerca de nosotros –Ji sonrió de lado cerrando con tranquilidad sus ojos ante las caricias del pelinegro sintiendo su cuerpo relajarse. El enojo se había ido – ¿Estás bien?

– Sí, el idiota no me regresó ningún golpe. –respondió el pelirrojo, lo que hasta el momento se le hizo raro.

Aiden tenía musculatura, incluso más que Ji, si le hubiera correspondido los golpes Jiyong no habría salido limpio, pero ¿por qué no lo hizo? ¿por qué solo se quedó quieto tomándolo de los hombros y dejándose golpear? Era algo que por el momento Ji no quería pensar, en este momento tener a Ri con él le hacía olvidar todo y ya no quería tocar más el tema.





Obsesión. | Nyongtory.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora