Obsesión. | Nyongtory.

22.

Pasó alrededor de un mes, JiYong y Seungri no eran tan empalagosos en la escuela pero muchos ya rumoreaban que estaban en una relación, pues cuando los veían juntos se sonreían de una manera muy especial, Ji siempre esperaba al menor al salir de las clases e incluso le compraba el desayuno. No eran la típica pareja que andaba de la mano por todo el instituto, ni se besaban frente a todos pero se daban cariño de otras maneras.

A muchos -o más bien a todo el instituto- le parecía sorprendente que quien ganara el corazón de Yong fuera un chico y no una chica aunque claro estaba que no harían fuertes comentarios sobre eso, no querían recibir una paliza por parte del chico más popular.

Nadie había visto de tal forma a Kwon con alguien, ya ni siquiera pasaba tanto tiempo con YoungBae, quien aprovechaba sus ratos libres para salir diferentes niñas.  Sinceramente sus mejores amigos ya esperaban a que el amor tocará su puerta y se aplicara.

–Estoy agotado.– Bae llegó a la mesa donde siempre se reunían todos y aventó la mochila en uno de los asientos sentándose en otro distinto.

–¿Agotado? ¿de hacer qué? –cuestionó Choi. Tomando de su bebida. Todos en la mesa miraron al pelirosa esperando una respuesta. Kwon con una expresión divertida.

–Oh, hyung. Es agotador tratar de entender un tema que no te entra en la cabeza y tengo que estudiar y estudiar. Es agotador.

–Pues en vez de salir con chicas, aprovecha un poco ese tiempo para tratar de comprender el tema que no entiendes, investiga, pídele a alguien que te ayude.– sugirió Lee, su novio se carcajeo ante el "regaño" que estaba recibiendo su mejor amigos.

–Claro que voy a pedir ayuda.–una chica rubia pasó a un lado de Bae con sus libretas en mano y este no pudo evitar seguirla con la mirada– Ella es mi salvación.–Sonrió y se levantó de la mesa con todo y cosas la caminar tras ella hasta alcanzarla y poder hablarle.

–Nunca va a cambiar.–comentó Jiyong rodando los ojos divertido.

Sonó la campana y era hora de salir, Top se quedó en la salida esperando por su novio y amigos mientras estos iban a los casilleros a dejar algunos libros y llevarse otros. Una vez fuera del instituto estaban platicando y bromeando todos en conjunto, se ponían de acuerdo igual para verse en la tarde. Dae se iría en su coche con su novio mientras Bae llevaría en el suyo a Ji y Seungri.

Justo cuando se disponían a tomar sus caminos por grupos alguien llamó la atención de los cinco jóvenes, o quizá la atención de todos los que estaban presentes.

–¡SEUNGRI!

Todos giraron la cabeza hacia el lugar de donde provenía esa voz, todos menos el solicitado. Se quedó estático y de pie sintiendo como se le revolvía el estómago y el corazón comenzaba a latirle fuerte, las manos comenzaron a sudarle y las piernas le temblaban, era evidente que él conocía esa voz.

GD se percató de eso y miró a su novio un poco desconcertado pero luego de unos segundos imaginó lo peor, la sangre empezó a hervirla la ira recorría cada parte de su cuerpo y mantenía demasiado apretada la mandíbula.

–Seungri –aquel chico ya estaba detrás de pelinegro esperando solamente a que este se diera media vuelta y lo mirara. Ji lo recorrió con la mirada, de pies a cabeza. Claro que es él. Rubio, con otro acento, vaya, ni siquiera era coreano. ¿Quien más podría ser? tuvo demasiada fuerza de voluntad para no irse contra el chico a golpes pero justo cuando estaba dispuesto a hablar Seungri lo detuvo.

–Aiden... ¿Qué haces aquí? –por fin se dio media vuelta sus ojos se encontraron con los de aquel chico. Después de tanto tiempo, después de todo lo que había pasado, ahí estaban... frente a frente nuevamente.