Obsesión. | Nyongtory.

13.

–Quieres decir que tú y JiYong...– Dae se quedó callado esperando a que SeungRi acompletara la frase. Quería saber si entre los chicos había algo.

Ri ya le había contado todo, desde lo de Aiden hasta la noche anterior que había estado con Ji. Todo había tomado por sorpresa a Kang, Nunca hubiera imaginado que el pelirrojo se interesaría por un chico sabiendo que había salido muchísimas veces con la mayoría de chicas en el instituto. Pero de un tiempo acá la forma en la que buscará a SeungRi le parecía un poco extraña.

–No somos algo más que amigos.– confirmó el menor negando con la cabeza.– Pero me parece bastante... Lindo.– las manos de DaeSung fueron a su boca para taparla, quería gritar de la emoción, le parecía interesante todo esto.– Igual no sé... ¿Está mal?

La boca del mayor se cerró mostrando una sonrisa en sus labios, llevó un dedo a la comisura de sus labios como si estuviera pensando y luego de unos segundos negó con la cabeza.

–Mira, Ri. Ji no es de mi total agrado, siempre he creído que es un patán sin sentimientos. Quizá jamás le he dado la oportunidad para conocerlo pero mientras sea bueno contigo todo está bien.– su voz reflejaba tranquilidad para su acompañante, dio un ligero golpe con la palma en el hombro de Ri.– Si se atreve a lastimarte como ese imbécil de Londres lo mataré.

–No creo que lleguemos a algo sentimental, quiero conocerlo primero.–expusó el pelinegro sacando una de sus libretas con un lapicero. Dae asintió.

–No te hagas grandes ilusiones, JiYong es impredecible.

Las clases pasaron como siempre, Ri se había concentrado muy bien y había hecho apuntes, entregó pendientes y luego de anotar el siguiente trabajo se dispuso a salir del aula con su amigo en busca de algo para almorzar. Ambos hablaban sobre una pintura famosa de la cual había mencionado su profesor de arte en la clase.

Llegaron al comedor y rápidamente tomaron sus bandejas para acercarlas a la vitrina donde se encontraban las señoras que servian el almuerzo, recibieron sus porciones y caminaron hasta una mesa vacía en el fondo.

–Op-Oppa.– una dulce voz se había hecho presente detrás de SeungRi captando la atención de ambos chicos. SooMin, una chica del salón a lado de los amigos estaba mirando fijamente al pelinegro con una sonrisa tímida mientras abrazaba a una de sus libretas.

–Uh... ¿Yo? –preguntó extrañado el menor con los ojos bien abiertos. La chica asintió.

–No sé si sepa que hay una función en el teatro que está cerca en el instituto, tengo un par de boleto y me preguntaba si, sí u-usted...– la voz de la nena se había vuelto tímida y sus mejillas coloridas hacían morir de ternura a Ri.– Quería preguntar si usted quisiera ir conmigo.

SeungRi sonrió mostrando su perfecta dentadura al momento en que miraba a Dae quien sonreía de igual forma.

–¿Para ver una obra romántica? Tengo que decirte que podrían ir en plan de amigos, a él no le gustan las mujeres.– una cuarta persona se sumó detrás del pequeño cuerpo de la jovencita, los chicos miraron al pelirrojo mirando con seriedad a la chica que al escuchar su voz se tornó colorada y se notaba nerviosa.– Muévete.– le ordenó una vez que ella dio media vuelta para encontrarse con sus ojos negros. Se hizo a un lado dejándolo pasar para pararse a un costado de otra silla a lado de SeungRi, el mencionado estaba atónito con las palabras del mayor. Sentia que sus mejillas ardían.

–Pero podrías ir conmigo.–YoungBae apareció de la nada susurrando en el oído de la chica haciéndola saltar del susto y girando para encontrarse con la sonrisa coqueta del pelirosa. Ella sonrió de igual forma, una emoción comenzaba a invadirla, salir con Taeyang sería demasiado, nunca habría imaginado llegar a este momento.