33.

130 17 27
                                    

Seungri.

Cuando salimos del instituto acordé con Ji ir a mi casa. Tuve que llamar a los señores Kamjooh para que me dieran el día, sin importar que me descontarían. Necesitaba arreglar las cosas con Ji, no me sentía en paz estando de esta forma con él.

Mientras él se acomodaba en el sofá yo fui a la cocina por vasos de agua. Me sentía nervioso, muy tonto.

Cuando estuvimos frente a frente ninguno se atrevía a decir nada, él solo bebía de su vaso y lo miraba fijamente. ¡agh! Idiota. Tú también puedes hablar, Jiyong.

– Ji... –aún no sabía que decir pero el silencio me estaba incomodando demasiado. Él me miró sin expresión alguna y dejó su vaso sobre la mesa de centro a un lado de nosotros. Se sentó un poco más cerca de mi y acarició mi mejilla con delicadeza.

Tengo que admitir que esa acción me hizo sentir pequeño.

– Lo siento, fue mi culpa –habló por fin mi novio de cabello rojo, soltó un suspiro grande mientras seguía acariciando mi mejilla y sonrió– Realmente he sido un idiota, perdóname, Ri. No quiero perderte.

Negué con la cabeza.

– Yo tampoco me comporte como debía, Bae tiene razón, yo sé cómo eres y te acepté, jamás me mentiste sobre tu personalidad y no pretendo hacerte cambiar, solo que...

– Tengo que pensar más las cosas antes de hacerlas, lo sé... –terminó completando mi oración como si pudiera leer mi mente. Me sentía un poco más tranquilo.

Sonreí agradecido, aunque al principio había sido incómodo ahora todo estaba bien, estoy seguro de que las cosas mejorarían un poco. No esperaba que Jiyong fuera amable con todas las personas pero al menos que controlara sus impulsos.

– Ri... –me sacó de mis pensamientos haciendo que lo mirara a los ojos y esperara para que siguiera hablando– ¿Le has dicho a Aiden, verdad? Que ya no te busque.

Tragué saliva fuerte y de repente mis manos comenzaron a sudar. ¿Por qué tenías que preguntarme esto?

No quería mentirle pero si digo la verdad sobre cómo quede con Aiden seguramente se volvería a enojar y no quería arruinar este momento ahora. Recién salimos de una pelea como para entrar a otra.

– Sí. Le dije –mentí nervioso.

Mi novio sonrió tiernamente y se acercó para abrazarme rodeando mi cintura con ambos brazos mientras hundía su cabeza en mi cuello y lo movía lentamente de un lado a otro. Tan tierno.

– Aún así... Mereces ser castigado – mencionó luego de unos segundos.

Fruncí el entrecejo y me quedé quieto hasta que levantó la mirada y sus ojos se encontraron con los míos, una sonrisa malvada apareció en su rostro y acercó su rostro aún más.

Oh, pervertido.

Retrocedí un poco pero aún así dos manos atraparon mi cara logrando retenerme en mi sitio al momento en que sus labios se unieron a los míos. Al instante cerré los ojos correspondiendo. Su lengua penetró mi boca encontrando la mía, en ese momento un chispa dentro de mi cuerpo se encendió.

Mi espalda quedó sobre el sofá y el tipo que me comía la boca quedó arriba de mi. Mis manos fueron directo a su nuca y seguido a enredarse dentro de su cabello.

Sentía si cuerpo casa vez pegarse más al mío y eso hacía que el calor en la habitación se encendiera. Mi corazón ya estaba latiendo apresuradamente y mi respiración comenzó a dificultar se cuándo los labios de Ji se posaron sobre mi cuello. Podía sentir su lengua y dientes sobre mi piel, estaba seguro que dejaría una marca.

Obsesión. | Nyongtory.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora