Obsesión. | Nyongtory.

34.

– Ok, quiero este – el mayor de la relación habló mostrando el color de cabello de un pequeño catálogo a la chica que estaba con ellos.

Jiyong y Seungri estaban en una estética, la misma donde Kwon se había pintado las veces anteriores el cabello. No confiaba en otro lugar, ahí le cuidaban de maravilla el cabello.

– El mío será platinado – habló Lee sonriendo y preparándose para el procedimiento.

Se llevaron algunas horas mientras ambos cabellos quedaban listos y al final Jiyong salió de la otra sala de la estética con el cabello listo. Seungri casi deja caer su mandíbula al suelo cuando notó que la cabellera de su novio ahora era oscura. Se lo había pintado de negro. ¿No dijo que sería naranja?

– Pensé que sería naranja – habló el menor aún sorprendido. Pero tampoco se podía quejar, Jiyong se veía extremadamente guapo.

– Sería de ese color... pero colores como esos me los colocaba por la inestabilidad que había en mi vida, ahora me siento más que estable – se acercó y dejó un casto beso sobre los labios de su novio – ¿Como se ve? ¿Te gusta?

Seungri asintió.

– Me pica.

– Oh, es normal, te lo decoloraron – volvió a hablar el ahora pelinegro y acarició la mejilla del opuesto – ¿Tienes hambre? Puedo ir por algo para que lo comas aquí.

– Sí, tengo mucha hambre.

– Muy bien.

Kwon salió del lugar para buscar algo cercano y que pudiera llevar a la estética para alimentar a su novio. No tardó mucho en encontrar un puesto de fideos.

Mientras le daban su orden pudo visualizar a lo lejos una persona conocida para él y no de su agrado. La cabellera rubia caminaba en dirección a la estética en la que anteriormente estaba.

Su pedido estuvo listo y cuando pagó se apresuró a caminar. Imbécil Aiden, pensó.

No quiso ocasionar problemas, había estado trabajando mucho en su temperamento así que solo seguía con cautela al hombre, estaba seguro de que era él, pero Seungri le había informado que ya se había regresado a Londres, entonces por qué lo miraba ahora. O tal vez lo estaba confundiendo.

El chico paso por afuera de la estética pero no sé detuvo, siguió su paso como si nada. Un suspiro aliviado salió de Ji y regresó junto a su novio.

– Traje fideos. ¿Como van con eso? – cuestionó sentándose nuevamente y destapando el pequeño plato de unicel donde venía la comida.

– En un ratito me lo lavan.

– Bien, abre – el tenedor cubierto de fideos espero por la boca del menor un momento antes de ser devorados – Ri...

– Mmh.

– ¿Aiden volvió a Londres verdad?

Seungri tragó sus fideos con nerviosismo. El sabía que no pero le había dicho a Jiyong que se había regresado para no tener problemas. Le asustaba la manera en que fuera a reaccionar. De igual forma ya en unos días se iría así que prefirió seguir como hasta ahora.

– Sí, se fue... – dijo y tomó más de su comida llevándosela a la boca.

– Por acá, vamos a lavar tu cabello.

Una de las chicas apareció y se llevó al menor para el siguiente procedimiento. Jiyong se quedó pensativo en su lugar, confiaba en Seungri pero ese hombre se veía igualito que el ex de su novio. Aún así no quería desconfiar de su chico, sabía que Lee no le mentiría jamás.