Obsesión. | Nyongtory.

4.

–Pero, Oppa...

La chica castaña estaba a borde de las lágrimas frente al pelirrojo quien se mantenía quieto en su lugar, observando el ridículo que hacía la pequeña. Ya comenzaba a sentirse aburrido de la situacion.

–Te lo he repetido miles de veces, odio que me llames Oppa, JiYongie o cualquiera de tus estúpidos apodos que decías. No te quiero más en mi vida, esfumate–mencionó el mayor. Algunos alumnos ya miraban la escena con algo de sorpresa, otros sintiendo lástima por la chica, unos más un tanto molestos, esa chica sabía que ese momento tarde o temprano llegaría y estaba a punto de llorar por un idiota, el enojo también iba hacia Ji, tan poco corazón tenía como para tratar a alguien de esa manera pero es JiYong, no se podía esperar más de él.

La pequeña comenzó a sollozar con la mirada en el suelo, sintiendo vergüenza de si misma, JiYong había hecho de las suyas nuevamente.

–Vamos, vete antes de que más idiotas se junten a ver tu dramatismo.– fue lo último que salió de la boca del pelirrojo antes de dar media vuelta y comenzar a caminar. Bae, quien había presenciado todo miró a la chica un momento y suspiró para seguir a su amigo.

Luego de eso nadie paraba de hablar de lo sucedido, habían pasado semanas desde que Kwon había tratado de esa manera a una persona. Nadie se había dado cuenta de cuando y en qué momento Ji había comenzado a salir con esa chica, nunca se les había visto juntos en el instituto, y saliendo siempre se iba en su moto sin acompañante, a menos de que fuera Taeyang. De cualquier forma ese día JiYong seria tema de conversación en todo el instituto.

SeungRi iba bajando del bus que lo dejaba sobre la otra cera de donde estaba su escuela. Acomodó su morral en su hombro y cruzó la calle para adentrarse al lugar. Varios alumnos ya lo miraban de manera extraña y no era para menos, luego de haber sido buscado por el chico popular era obvio que eso pasaría. Sin embargo a pesar de esas miradas habían otros estudiantes que pasaban a lado de suyo y lo saludaban amablemente, y de las chicas ni se diga, ya tenía a muchas babeando por él.

La mayoría de los estudiantes veían a SeungRi como una persona tierna y amable con todos. Todo aquel que le hablaba recibía siempre un buen trato por parte del chico, incluso todos los de su clase ya le habían tomado confianza.

–¿Te has enterado de lo que pasó por la mañana? –Daesung se mantenía sentado comiendo sus fideos con mayonesa en la misma mesa de siempre, apenas se había sentado el castaño cuando el mayor habló.

–No. ¿Que sucedió?

–Hey, hola, Ri.–Bae llegó de la nada a la mesa. El amigo de Ri lo miró con sorpresa, no entendía que hacía ahí.– SeungHyun está afuera, quiere verte. –anunció el mayor pasando una mano por el hombro de Dae mientras terminaba por sentarse a un lado de SeungRi.

Dae cambió su expresión, se miraba contento, feliz. Tenía una semana que no había visto a su novio y tenía que aprovechar ahora el momento.– Ya vuelvo.– se dirigió a su amigo levantándose de su lugar y saliendo de la cafetería.

Bae solo miraba a Ri, Cómo si estuviera analizándolo, cada parte de su rostro era inspeccionado por los ojos del mayor provocando que el chico comenzará a sentirse incómodo en la situacion.

–¿T-Tengo algo en la cara?– el menor miraba al contrario por el rabillo del ojo mientras se aclaraba la garganta.

–No... –YoungBae se acomodó en su asiento mirando ésta vez hacia la mesa y las cosas que había en ella.–Sólo que no tuvimos la oportunidad de conocernos bien... Soy Dong YoungBae, tú puedes decirme Taeyang.

–SeungRi.–el chico hizo una reverencia hacia el mayor presentándose con una sonrisa en su rostro. El contrario sonrió de igual manera mirando directamente los ojos de Ri.