Tú y yo, solo uno esta noche

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Canción del capítulo "I wanna be yours de Artic Monkeys

(aviso, este capítulo es un poco hot)

Por fin llegamos a casa. Dejé las llaves en la mesita que había junto la puerta. Puse mis zapatos a su lugar y cogí las de ir por casa. Austin se tiró al sofá. Parecía cansado, ya que eran las 5:20 de la madrugada. Fuí hasta él y me tiré encima suyo.

Austin: Auch -gruñó

Anne: Lo siento -me disculpé

Austin: No me has hecho daño tonta. -dijo riendose

Anne: Bien, buenas noches. -dije dipositando un beso corto en sus labios

Austin: Te quiero -dijo serio

Anne: Te quiero más

Austin: Yo más

Anne: No, yo te quiero más

Austin: Yo te quiero mucho más

Anne: Ya basta -dije mientras Austin cojió mi brazo para estirarme hacia el

Austin: No juegues con fuego nena -dijo con cara desafiante

Anne: No juego, yo te gano en cualquier cosa

Austin: Hay una cosa en la que no me ganas nunca -dijo con cara de pervertido

Anne: En qué? -dije aproximándome a él lentamente

Austin: No me ganas haciéndo el amor -dijo desafiante

Anne: Te gano en todo cielo -dije poniendome encima suyo

Austin: No creo, no aguantas

Anne: Aguantar en qué? Puedes caer rendido a mis pies en cualquier momento señor Mahone

Austin: Demuéstramelo -dijo levantando su cabeza para así darme un beso fugaz

Anne: Jugamos a algo? El que grite antes tiene que hacer la comida todo un mes -dije desafiante

Austin: No juegues conmigo nena, puedes acabar perdiendo y lo sabes

Anne: Va a ser que no Mahone -dije guiñandole un ojo

Austin: Empieza el juego -dijo susurrandome a la oreja

Las luces estaban apagadas, solo podía entrar luz de la luna por las ventanas grandes que teníamos en el comedor.

Austin se quedó mirándome provocadoramente pero dulcemente a la vez, se acercó a mi y me puso un mechón de pelo detrás de la oreja.

Narra Austin:

Anne fue corriendo a la cama. Así que cuando subí la ví ahí de pie. La luz de la luna marcaba su silueta. No podía dejar de mirarla. Me acerqué a ella dándole un tierno y profundo beso. Sentía como su piel rozaba con la mía, sus finas y delicadas manos en mi cuello y en sus ojos podía ver el deseo de hacerlo.

Narra Anne:

Austin mete las manos entre mi cabello y me sujeta la cabeza. Su beso es exigente, su lengua y sus labios persuasivos. Gimo y mi lengua indecisa se encuentra con la suya, él me rodea con sus brazos, me acerca a su cuerpo y me aprieta muy fuerte. Luego me conduce despacio a la cama.

Ya acostado en la cama, desabroché su camisa, y empecé a darle pequeños besos en su pecho, sintiendo los latidos de su corazón.

Narra Austin:

Deseaba sentir sus labios, su piel, su calor... Ella quería ser parte de mi y yo quería sentirme parte de ella. Cuando acaricié y besé su cuerpo, sentí explotar mis emociones. Tenía ganas de gemir, pero no iba a dejarla ganar, así que me aguanté todo lo que pude.

Narra Anne:

Me llenó de caricias todo mi cuerpo, exaltándome y haciéndome desear que este momento sea eterno, y al darme un beso en el cuello, miró a mis ojos y sonrió tiernamente.

Sus muestras tan llenas de amor me tenían en extasís. Ambos sabíamos que eramos uno solo esa noche.

Narra Austin:

La volví a besar por todo el cuerpo, ya que su ropa estaba fuera. Sentí un pequeño arañazo en mi espalda. Eso no me hizo daño. Sino tener más ganas de ella.

Narra Anne:

Lo besé, lo bese como nunca lo había hecho, él comenzó a acariciarme, bajó sus labios y me beso el cuello, acaricié su pecho y sentí sus latidos otra vez, sin pensarlo más respondí al llamado  de mi cuerpo, besé su pecho y baje hasta donde está el cierre de su pantalón para después quitarle los boxers . . .

Narra Austin:

Las caderas de Anne se elevaban de la cama. Tomé sus caderas mientras empezaba a empujar a un ritmo más rápido. Sentí el cuerpo de Anne contraerse al mismo tiempo que el mío. Luego Anne siguió besando mi cuello mientras pasaba sus hábiles manos por mi espalda al igual que yo por su pecho. -Sigue- le dije mientras Anne me succionaba el cuello. Esa chica realmente me hizo elevarme al cielo. No pude aguantar más y gemí fuerte. Anne al oirme soltó una pequeña risita y dijo -te he ganado Mahone-  a partir de ahí ella también empezó a gemir, haciendo que llegara al extasís. La respiración nos iba augmentando al igual que la sudor y la calor. Nuestros latidos iban al unisono. Las embestidas empezaron a ser más fuerte al igual que sus uñas en mi espalda.

Sentí morirme en vida y volver a nacer a la vez.. Un sin fin de besos, un sin fin de amor.

Austin Mahone ~Un cambio inesperado~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora