Pasión Italiana (Ya en Físico)

CAPITULO 23

Canción: Feel - Robin Wiliams

Después de varios días de pensarlo, decidí que utilizaría el dinero que Bruno consignó, lo destine para abrir mi propio hotel.

Era un paso para rehacer mi vida, al principio me costó hacerlo, pero con el paso del tiempo sabía que podría convertirme en la mujer independiente y fuerte que quería ser. Por suerte el hotel estaba en venta y necesitaba algunas reformas que realice con diseñadores de interiores.

Nombre a mi hotel  "Phoenix", porque significa el resurgimiento de mis cenizas, de aquellas cenizas que tanto dolor me han causado.

- Tierra llamando a Camila - Dice Laurent, que desde hace aproximadamente una hora me ha estado hablando de que tipo de madera se vería bien en su casa. Mientras yo me mantengo encerrada en mis mismos pensamientos, o al menos en el único que no ha desaparecido, Bruno.

- Lo siento me distraje.

- ¿De nuevo pensando en él? Camila ya han pasado tres meses, debes empezar a salir con otras personas, amplia tu círculo social.

- Lo intento Laurent, lo intento.

- Por supuesto que no ¿Te has convertido en batman acaso? No sales de tu apartamento y vives en completa soledad y oscuridad.

- Si salgo y además no estoy sola, tengo a mi gato - me encojo de hombros.

- Por Dios Camila ¿Te estás escuchando? Suenas como a mi tía Gertrudis y ella tiene ochenta años.

- Laurent el hotel me tiene ocupada y no tengo tiempo para nada.

- ¿El hotel o Bruno? Escucha, se que te dolió que se fuera, pero aveces creemos que las personas están destinadas para nosotros y resulta que estamos equivocados, que las personas se van y debemos sobrevivir a eso.

- Lo sé Laurent y suena tan sencillo pero no lo es.

- ¿Qué hay de Charles? He visto que te ha invitado a salir varias veces.

- Si, pero le he dejado claras las cosas,no quiero una relación por el momento.

- ¿Porque no lo intentas?

- Charles.. bueno Charles es educado y me agrada salir con él, pero..

- Pero no es Bruno - rueda los ojos. - Ay Camila,debes avanzar, déjalo ir.

No puedo, aunque me repita esa frase todos los días, no puedo hacerlo, en estos tres meses, me he convertido en una mujer totalmente diferente, sin embargo su presencia me sigue a todos lados.

Inclusive en mis sueños la imagen de Bruno Lombardi se manifiesta, hace tiempo que deje de llorar por las noches y no porque ya no lo extrañe, al contrario lo sigo extrañando, simplemente porque ya no me quedan lágrimas.

El mensaje que recibí aquella vez fue el único, desde entonces no he vuelto a saber nada de él.

Amos ya no me custodia fue parte de mi decisión de seguir con mi vida normal, la vida que siempre había tenido y eso implicaba una mujer que no tuviera a alguien detrás de ella, como su propia sombra, hacia parte de mi independencia.

Una vez termino mi reunión con Laurent me dirijo a mi hotel, entro a mi oficina y lo primero que veo es un enorme ramo de girasoles encima del escritorio.

Rápidamente dejo mis cosas y me acerco para leer la tarjeta que esta pegada en el.

Espero sean de tu agrado

La tarjeta no tiene el nombre de quien la envía.

¿Podrá ser? Es imposible.

- ¿Te han gustado? - la voz de Charles me hace voltear la vista hacia la puerta.