CAPITULO 32

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Canción: My boy - Billie Eilish

- ¿Qué está sucediendo acá? - el sonido de la puerta abriéndose de golpe deja que lo vea entrar. Bruno cruza su mirada con la de Oksana. - Baje el arma Oksana.

- ¿Porque la amas? - Dice esta.

- Escúchame, si eres inteligente dejarás de apuntarle a Camila, porque si le disparas, iré por Lukyan y me encargare de él, de la peor manera.

- No metas a mi padre en esto - dice apuntándole a él.

- Bruno,es peligroso.

- Señor - dice Simone apareciendo, junto a los otros chicos.

- Déjame a mi Simone. Si no quieres que mate a tu padre, baja el arma y dámela - dice dirigiéndose a ella.

- Yo quería ofrecerte una vida contigo - dice llorando.

- Oksana, jamás me interesaste, dame el arma.

- ¿Esa mujer es tan importante para ti?- dice volviéndome a apuntar.

- Lo es, y lo será siempre.

- Entonces ya no tendrá importancia para ti.

Va a disparar, cierro los ojos porque justo ahora no sé qué suceda.

- ¡No! - escucho la voz de Bruno y posterior a eso un disparo.

Abro mis ojos y los veo en el suelo, Bruno le ha quitado el arma y ella esta inmóvil, petrificada, en shock.

Corro hacia donde está él.

- ¿Estás bien?

- Yo si ¿tú lo estás?

Asiento con la cabeza.

- Simone, sácala de aquí.

- Sí señor.

Simone se lleva a Oksana, ella sigue sin pronunciar una palabra.

- Esa mujer esta demente, obsesionada contigo.

- No te preocupes, no volverá a molestarnos.

- Quiero ir a casa.

- Iremos, te lo prometo - dice abrazándome.

Ambos salimos de mi oficina y una vez en la recepción nos encontramos con policías. Sostengo fuerte su mano y ellos se acercan hasta donde estamos.

- Señor Lombardi ¿Podemos hablar con usted?

- Por supuesto. Camila, espérame en el auto.

- Pero..

- Volveré y te acompañare - dice dándome una sonrisa para que me tranquilice.

- De acuerdo.

Salgo del hotel y me subo al auto junto a los chicos, esperando a Bruno, esperando a que salga de allí, lo que menos quiero es que vaya a la cárcel, y sospechan de él, no nos dejaran tranquilos hasta que resuelven el asesinato de esos hombres.

- El jefe me ha llamado - dice Fausto.

- ¿Qué te ha dicho?

- Dice que volvamos a la mansión.

- ¿Que? Pero ya ha pasado media hora desde que está allí.

- Dijo que el iría luego, por ahora ordenó llevarla a casa.

- No, yo lo esperaré.

- Lo siento señorita, pero las órdenes del don son claras, iremos a la casa.

Pasión Italiana (Ya en Físico)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora