Pasión Italiana (Ya en Físico)

CAPITULO 21

Canción: Perry Como - Killing me Softly

Salgo del centro comercial y me encuentro junto a Simone y a Amos, la mano derecha de Bruno me pide que aguarde en el auto mientras va por él, no dejo de repetirme en la cabeza que todo esto es mi culpa, porque si no me hubiera aparecido esa noche frente a los rusos, nada de esto estaría sucediendo.

Me quedo dentro del auto esperando que Bruno salga de allí, que vuelva a salvo, es hasta entonces que veo centenares de personas salir del centro comercial.

Mierda y más mierda, me repito a mi misma, las cosas se salieron de control. Intento salir del auto, pero Amos me lo impide.

Me está matando la desesperación,  me carcome el maldito sufrimiento de saber de su estado,hasta que lo veo.

Bruno sale en compañía de Simone y de Giorgio.

Sólo me concentro en él, en que este bien y lo está, así que rápidamente suben al auto mientras lo abrazo y le doy un beso.

- Estoy bien - me dice en respuesta a mi beso.

- Avísame cuando esos idiotas aparezcan de la nada - interrumpe Giorgio guardando un arma en la pretina de su pantalón.

- Tú y yo hablaremos - dice en forma seria Bruno.

- ¿Hablar? - bufa Giorgio - Tú nunca hablas, tú gritas.

- ¿Qué sucedió con esos hombres?-  pregunto.

- El dúo italiano acabo con ellos -  responde Giorgio sarcasticamente.

Por el contrario Bruno no menciona nada, permanece callado y serio todo el camino hasta la casa, la alarma en mi sistema me avisa de que no está algo bien.

El auto aparca en la mansión y Bruno me pide que lo espere en la sala,sus hombres suben y él se queda en el comedor a hablar con Giorgio.

Me dirijo a la sala como me lo pidió,quisiera obedecer, pero la curiosidad me puede más y decido esconderme en una de las columnas para escuchar su conversación.

- ¿Y bien? Dime ¿De que quieres hablar? - le pregunta Giorgio.

Bruno baja la mirada y su expresión cambia totalmente a una seria,a una melancólica.

- En primer lugar,olvida tu ayuda, no la necesito.

Giorgio ríe.

- Ya sabia que la ibas a rechazar, fue tu mujer la que me lo pidió.

- Sabes que nunca te pido favores, pero quiero que hagas algo por mí esta vez.

- ¿De que se trata?

- Cuida de Camila, por mí.

- ¿De que hablas?

- Viajare a Rusia por Maksim.

- ¿Estas demente? Es un suicidio Bruno, es su territorio.

Las palabras que escucho me rompen el corazón, lo destruyen, lo vuelven añicos, las lágrimas amenazan con salir.

- ¿Vas ha hacer lo que te estoy pidiendo?

- Joder, ¿esto es una maldita broma? ¿perdiste la razón?

- Protegela, sólo te pido eso, si no vuelvo, asegúrate de que ella viva su vida, me haras un gran favor.

- ¿Y como mierdas quieres que le diga? "Hey Camila, al estúpido de tu novio no se le ha ocurrido idea más brillante que la de viajar solo a Rusia"