Prometí que volvería a por ti que haría todo lo posible para que nada cambiara entre nosotros, pero me temo que mis promesas ya no valen nada.
Nuestros caminos y nuestros sueños por más que quisimos no logramos que fueran de la mano y lo último que...
Miriam, Ana, Roi, Cepeda y yo llevábamos dos días en Desalia. Ayer había sido increíble. Porque después del último concierto de la gira de OT, el cual no acabó en tragedia pero casi, no me había subido a un escenario y, realmente, me había vuelto a sentir más vivo que nunca.
Hoy, en cambio, nos había tocado a nosotros disfrutar de la fiesta, de los fans y del alcohol, porque no decirlo. Habíamos pasado buena parte de la tarde al aire libre entre fotos, risas, selfies, copas y demás. Cuando empezó a caer la noche, la cantidad de alcohol que llevaba en el cuerpo no se podía considerar indecente pero si suficiente para estar especialmente feliz y cariñoso. Me acerqué a Miriam y la abracé por la cintura desde atrás.
-Ellaaaaa que está cariñosa- dijo Miriam sonriendo.
Me reí y dejé un beso en su pelo sin soltarla.
-¿Nos hacemos fotos?- propuse yo.
-¿Más quieres?- preguntó Miriam y giró un poco la cabeza para mirarme.
Yo asentí con cara de bueno y ella empezó a reírse.
-Vamos a decírselo a Cepeda, a Roi o a Ana y que nos hagan fotos- dije yo sonriendo.
-Venga, va, pero sueltáme que parecemos gilipollas andando así- contestó Miriam.
Volví a reírme y solté a mi amiga para poder andar como personas mínimamente normales o intentarlo, al menos. Una vez que llegamos a donde estaban Roi, Ana y Cepeda les pedimos que nos hicieran algunas fotos a los dos, ahora, que todavía quedaba algo de sol.
Después de que Ana nos hiciera varias fotos que le habíamos pedido, Miriam se quedó con ella y yo fuí a sentarme en algún sitio. Porque o bajaba un poco el alcohol que había ingerido, durante la tarde, o cuando entraramos a la carpa donde sería la actuación de Beret mi hígado no podría acoger más bebida y yo tampoco sabía como iba a poder soportar la noche, ahora que me estaba dando el bajón. Acabé por sentarme en unos escalones que había, alejados del resto y de los fans, saqué el móvil u me puse a revisar whatsapp, a los cuales no contesté, y redes sociales.
agoneyhernandezoficial
📍 Lisbon, Portugal
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agoneyhernandezoficial "Quien tiene una amiga, tiene un tesoro". AMIGA gracias por tu cariño, por estar siempre a mi lado y por apoyarme en cada momento de mi vida. Te quiero leona @miriam_rodriguez 🦁🤘🏻💜.
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nerearodriguez Basta de dar envida! Os quiero tanto ❤.
valentinahernandez Mi tato! Que bien te cuida la leona y que preciosos estáis 😍😍😍. Vuelve ya a Madrid que tengo ganas de verte Agoney!!! ❣.
mireyabravo_ Cuánto arte y cuánta belleza en una foto! Os quiero muchísimo, amigos 💚.
samvazquez Los reyes de Desalia! Ayer os pasasteis, sois muy grandes!!!!
ricardomerino La que estáis liando por Portugal, cabrones! No os paséis con la bebida, eh 😂😂. Os quiero guapos.
mimidoblas OS COMO, no hay más ❤.
efren.garcia Que importantes son los amigos y la gente que de verdad se preocupa por tí y no solo por ellos mismos. Tengo ganas de que nos volvamos a ver, te quiero ya lo sabes😊💜.
agoneyhernandezfans Disfruta mucho Ago!!!!! 💜.
agoneyotfans Este año Desalia sin tí no hubiera sido lo mismo #desaliarules #agoneyrules .
Después de subir una de las fotos que nos habían hecho a Miriam y a mí y de leer, por encima, algunos comentarios que habían dejado en instagram, guardé el móvil en el bolsillo del pantalón, me levanté de los escalones en los que estaba sentado y me dirigí hacia donde estaban Miriam, Ana, Roi y Cepeda. Una vez que me encontré con ellos y el sol ya se había ocultado para dar paso a la noche entramos en la carpa, donde tendría lugar el concierto, y yo me fuí directo a la barra a pedir una copa, otra más, para ir empezando bien la noche. Con el vaso en la mano, me dirigí hacia donde habia dejado a mis amigos y me topé con un par de chicos que me llamaron por mi nombre y no pude evitar girarme hacia ellos. Sonrieron al verme y les devolví la sonrisa.
-Hola- dijo uno de ellos.
-Hola- respondí yo.
Volvieron a sonreír y se acercaron más a mí.
-¿Agoney, no?- dijo el otro.
Yo asentí y dí un trago a mi copa.
-¿Ustedes quiénes son?- pregunté yo.
Ellos sonrieron y el más moreno tomó la palabra.
-Mario y Edu- se presentó él por los dos.
El tal Mario y el tal Edu sonrieron y, evidentemente, les devolví a ambos la sonrisa.
-¿Podríamos hacernos una foto?- propuso Edu, creo que era el más moreno, y nos miró al otro chico y a mí.
-Pues claro- respondí yo con una sonrisa.
Después me acerqué a ellos y me coloqué para la foto, la cual hizo Edu y posteriormente subió a instagram en forma de historia en la que me mencionó. Miré la foto y comencé a seguir a los dos chicos que, a pesar de haber sido un poco parcos en palabras, me habían caído bastante bien.
-Oye, muchas gracias- dijo Mario del que, por fin, escuché su voz.
Yo me reí y pasé una mano por mi pelo.
-No me las den, de verdad, me gusta que la gente se acuerde aunque sea un poquito de mí- les dije a los chicos.
Ellos sonrieron.
-No, en serio, gracias a tí por ser tan amable- contestó Edu.
Yo volví a sonreír y bebí de mi copa un buen trago.
-Sí, de verdad, muchas gracias- añadió Mario.
-Gracias a ustedes. Pasénlo bien y a ver si nos vemos otro ratito- dije yo a los chicos a modo de despedida.
Ellos me correspondieron con una sonrisa un hasta luego para después marcharse con su grupo de amigos y yo con el mío.
Cuando aquel par de chicos se alejaron, dí un trago tan largo a mi copa que me la acabé de golpe, me había quedado pensando en las miradas y los tonos rojizos que había tomado el rostro del chico más rubito, el más moñeco, de los dos. Se notaba que le había gustado y que se hubiera quedado encantado a solas conmigo pero yo su timidez y su cara de niño con la mandíbula marcada, en lugar de atraerme y querer darle bola como hubiera sido habitual en mí, me hizo acordarme de Raoul y eso era algo que en este último mes no paraba de repetirme que era una mala elección.
Sacudí la cabeza para deshacerme de ese pensamiento tanto del chico rubio como de Raoul. Miré el vaso de bebida vacío y antes de llegar a donde estaban Miriam, Ana, Roi y Cepeda, giré sobre mis pasos y me encaminé a la barra. La noche iba a ser larga y yo necesitaba más alcohol para no venirme abajo y acabar llamando al rubio bajito de mi ex pidiéndole que volveríamos a ser lo que éramos.
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¡Hola! 😊
Quería decir que este capítulo no ha sido al final como tenía pensado y que me ha costado tela escribirlo, de verdad, lo siento. Aún así espero que a vosotrxs si os guste.
