The Real You [Kidge] (CANCELADA)

Capítulo 3

Un silencio llego a su platica, escuchando simplemente las demás voces a su alrededor y los sonidos de la comida. De a momentos estos se cruzaban miradas, ambas llenas de curiosidad por el otro.

—Muchachos—una voz en los altavoces de la cafetería llamo la atención de todos, era el general que esta misma tarde había recibido a los nuevos reclutas—Espero les den una gran y cálida bienvenida a sus nuevos compañeros—se escuchó alegremente y con un tono de sarcasmo—Los dormitorios son para dos pero, independiente de su compañero de habitación, su equipo no estará conformado por él, sino otras personas totalmente diferentes, sería una gran suerte que les tocase con su pareja de dormitorio—bromeo ligeramente—Sin nada más que decir, sean bienvenidos y suerte, la van a necesitar. Fin del comunicado—la estética de los altavoces se cortó y el ruido de las conversaciones comenzó de nuevo.

—¿Quieres qué te de una bienvenida?
—¿He?—la castaña volteo encontrandose con la mirada del pelinegro.
—Suelen aventar comida y muchas porquerías, además de cortarles el cabello y algunas veces los desvisten, juegos pesados básicamente.
—Me encantaría p-pero... Yo no aguanto ese tipo de juegos—habló un poco nerviosa, aún no se acostumbraba a su "nuevo" cuerpo, le daba miedo hacer movimientos bruscos pero, esa última parte de "...algunas veces los desvisten" la alerto por completo.
—Si te soy sincero, yo tampoco, es muy de niñatos. Ya me empiezas a caer bien, pensé que serías más inmaduro—prosiguió comiendo tranquilamente.
—¿Gracias? Pareciera un cumplido lo que me dices—no recibió respuesta, simplemente una mirada seria.

Cuando volvieron a sus respectivas habitaciones, un moreno se acercó al pelinegro junto a la castaña. Este se les quedo viendo durante un rato para luego darle unas palmadas en la espalda al pelinegro.

—Ya sabía yo que eras gay, pero no sabía sobre tu pedofilia. ¿Cuántos tiene? ¿10?
—Tengo 15, que sea de baja estatura es otra cosa...—hizo un pequeño puchero a lo que el moreno sonrió de lado.
—Lance, él es Pidge, Pidge, él es mi amigo gay del que te dije, Lance McClain.
—¡¿Eres Gunderson?! Dicen que eres el más joven en ser reclutado—asombrado el moreno cuestiona a la castaña.
—Que sea pequeño no me detendrá de darle una lección si lo necesita, Lance—el mencionado miró confuso al pelinegro.
—Keith, solo tiene 15, deja de decir tonterías, ¿qué problema te podría dar este pequeñín?—tomo con suavidad de las mejillas a la castaña a lo que esta respondió con un golpe en su estómago—S-Si que tiene fuerza...—dijo antes de caer sobre la pared.
—Cada momento me caes mejor, pequeño—acarició la cabeza de la menor provocando un sonrojo bastante notorio.
—Y-Yo... gracias, bueno—su tono era nervioso, esa acción por parte del mayor delato un poco su "hombría".
—Nos vemos luego, Lance—ambos levantaron la mano hacia el cubano diciendo adiós y retirándose del lugar.

Pidge no dijo nada durante el resto de la noche, un simple intercambio de "Buenas noches" fue lo único dicho antes de dormir.
A la mañana siguiente sonó la alarma de Kogane haciendo que la castaña despertará asustada y se cayera de la cama, incluso si ella dormía abajo el golpe fue algo fuerte.

—Oye, dormir en el suelo es muy incomodo, no lo recomiendo.
—Ugh, me asusto tu estúpida alarma. ¿Qué hora es?
—Las 5:01 a.m. ¿por?
—Es demasiado temprano, ¿no lo crees?—se levantó lo más rápido que pudo antes de que el pelinegro la viera tirada.
—Mi entrenamiento lo comienzo desde estas horas, perdón—este bajo y le miró serio.
—¿Y no se supone qué es hasta las 7?
—Prefiero estar mejor preparado, eso si lo recomiendo—levanto un poco la camisa de la pijama de la pequeña, lo suficiente para ver su abdomen—estás muy plano, ya deberías comenzar un entrenamiento—como respuesta recibió un golpe en la cabeza con el puño de ella.
—P-Pervertido...
—¿Te crees que soy Lance? Que asco.
—Homofóbico emo.
—Calma, solo te aconsejaba. En todo caso, si tú también eres marica, te voy a respetar, a menos que me hagas algo.
—Comprendo. Y... quizás tengas razón, necesito ejercitarme más—Keith la miró confundido, esta estaba levemente sonrojada—Gracias por el consejo—mantuvo la mirada apartada de él.