Capítulo 2

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Caminó algo torpe, jugaba con sus manos las cuales podían sentirse algo sudadas, los nervios podía un poco más que ella. Se mentalizo en lo contrario, pero parecía no funcionar en este momento. Al llegar toco la puerta, se quedo en silencio, esperando; unos segundos después se dio una palmada en la frente.

"Pidge, ¿cómo puedes ser tan tonta? Ufff... Solo son los nervios..." pensó y prosiguió a buscar su tarjeta la cual le servía como llave en un identificador digital. La puerta se abrió hacia arriba, dejando ver dos camas en forma de litera a la izquierda y a la derecha un pequeño closet negro, toda la habitación era de color gris oscuro con detalles blancos, los colores le parecieron elegantes a diferencia de la gran mayoría, que piensan que son apagados y sin vida.

—Pues... Aquí no esta ese tal Kogane, ¿debería instalarme o esperarlo?—comenzó a dar vueltas por la habitación pensando cabizbaja.
—¿Esperar a quién?—la chica volteo de manera brusca encontrándose con un chico alto y delgado, pelinegro y con cara de emo.
—¿Eres Kogane?—se acercó a él lentamente.
—Sí, seguro tu eres Gunderson. Un gusto—este estiró su mano a lo que la castaña correspondió al saludo—No es por nada, pero tienes manos de chica.
—Si... T-También me lo dice mi hermano—rió un poco nerviosa.
—... Bueno, el que compartamos habitación, no significa que vayamos a ser equipo, ten eso en cuenta—Pidge asintió con la cabeza—Te vez como un niño muy callado, espero que ese silencio tuyo nunca se acabe mientras estamos aquí, no soporto a los niños.
—¡Hey! ¿Me estás amenazando? ¿Qué clase de amenaza es esta?—suspiro y miro fijamente al muchacho—Entérate que, si por mi fuera, tendría habitación para mi solo. Perdón por querer ser amable contigo.
—Wowowow, alto ahí. No quería que tomarás esa actitud.

Con un puchero, Pidge le dio la espalda y prosiguió a desempacar sus cosas. Keith la veía con cierta curiosidad, no hay personas menores que él contestándole de esa manera. Tiene el típico aspecto de emo solitario, nadie se mete con él, excepto McClain.

—Si, un gusto conocerte y blah blah—dijo la pequeña con fastidio mientras terminaba de acomodar sus playeras.
—Igualmente, enano—cruzo los brazos y se dirigió a la litera.
—Ugh, que desagradable eres.
—Lo dice el gruñón—se recostó en la cama de abajo.
—¡Me amenazas! ¿Qué esperas?
—No fue amenaza... Fue advertencia.
—Tengo 15 años, ¿qué podría hacerte?—hubo un silencio bastante incomodo para Keith, mientras Pidge sonreía ampliamente—¿Lo ves? Piensa mejor antes de actuar, emo.
—Da igual, solo no quiero problemas contigo y es mejor prevenir que lamentar, no me gusta lastimar niñatos como tú—dio un gran suspiro y le miro de reojo.
—A mi hermano no le gusta lastimar a emos como tú.
—¿Quién es tu hermano?—los nervios volvieron a ella, no debió hablar.
—Ummmh... p-pues, no lo conoces, ¡él no esta aquí!—contestó algo nerviosa.
—Bien—dijo finalizando su extraña conversación.

Durante su instalación de ambos no volvieron a cruzar palabra, mantenían bastante la distancia. El ambiente se sentía muy pesado entre ambos lo cual lo podía hacer incomodo para los dos.
A la hora de la cena, en cafetería se encontraban todos socializando y comiendo, no había nadie solo, a excepción de la chica de quince, que por cierto, es la única persona de ahí con esa edad. Ella prosiguió por su comida y busco un lugar tranquilo y "solitario" entre comillas porque la cafetería parecía más un mercado. Cuando por fin encontró un lugar adecuado, miro a su alrededor buscando a su hermano pero no había señal de él por ningún lado.

—¿Te vas a sentar o no?—la ojos miel volteo hacia atrás encontrándose con aquel pelinegro.
—Pues si, solo buscaba a alguien, disculpa—esta se sentó y le dio la espalda, el mayor se sentó junto a ella observando cada movimiento que esta hacia.
—¿Qué me ves?
—Tienes comportamientos de niña, ¿seguro que no eres marica?—la cara de confusión de la chica se hizo presente dejando clara la respuesta a su pregunta.
—¿Y qué si lo fuera? ¿Acaso eres un jodido homofóbico?
—No, para nada. De hecho, tengo un amigo gay, se llama Lance.
—Luego me lo presentas, mientras deja que coma algo.

The Real You [Kidge] (CANCELADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora