C A T O R C E

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Diciembre 25 del 2012, Washington, D

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Diciembre 25 del 2012, Washington, D.C, Estados Unidos de América.

Las calles de Washington se encuentran solas a esa hora, todos se encuentran dentro de sus casas, algunos repartiendo abrazos a su familia, otros cenando y otros cuantos probablemente ya durmiendo.

A excepción de una mujer joven que camina por las heladas calles de la ciudad, vestida completamente de negro como es usual en ella. No hay nieve que amortigüe sus pasos, pero tampoco hay alguien tan loco para estar afuera a esa hora, por lo cual nadie puede escucharla. Nadie sabe que una chica camina sola por la calle.

Entonces se detiene, su cabeza está llena de muchas cosas, no le gustaría estar ahí en ese momento. Debería estar con su padre, debería estar ideando algo para ayudarlo. Pero la han orillado a estar en Midgard y su misión está tomando más tiempo que del que creyó, y es que su voluntad se desvanece cada vez más.

Cuando tiene la oportunidad perfecta de regresar el dolor que le han causado, alguien o algo se interpone. El alguien: su tío, el algo: su voluntad.

Ella nunca había sido así, su padre la crío muy bien, le enseñó todo lo que sabe, pero el viaje que hizo a Midgard hace tres años la cambio completamente. Su padre también había viajado a la tierra, Ragnilde es la única persona que puede saber a la perfección como es que su padre se siente. Cuando él regresó, se dio cuenta de inmediato que ya había visto lo que ella vio años atrás, porque cuando lo vio directamente a los ojos, supo que estaba destrozado.

Da unos pasos más hasta que puede ver por la ventana de una casa. Adentro, una familia se encuentra sonriendo y jugando algún juego de mesa. El niño pequeño levanta sus brazos en son de victoria y todos aplauden felices.

Una mujer de cabello rubio recarga su cabeza en el hombro de un hombre en sus cuarentas, hay también un chico rubio quien sonríe bastante, sobre todo cuando voltea a ver a la joven castaña frente a él.

Ellos no la ven, ni aunque se asomaran por la ventana podrían verla. Pero ella los ve, los ha observado por mucho tiempo ya. Más del que le gustaría admitir.

El hombre lleva su mirada a su muñeca izquierda para ver la hora que marca su reloj, entonces sus labios se mueven, diciendo algo que ocasiona que el niño de un brinco completamente emocionado, los demás ríen y se ponen de pie. El hombre abraza al niño y lo carga para darle unas vueltas y varios besos en la mejilla mientras su esposa sonríe ante la escena.

La joven pareja se da un abrazo y un pequeño beso en la mejilla porque están en la presencia de los padres de ella. Nota que hacen algún tipo de broma porque ambos hacen muecas y ríen. Pero lo que destroza a la mujer en la ventana es cuando madre e hija se abrazan.

La señora acaricia el cabello de la muchacha y le da un beso en la frente.

La chica en la calle baja la mirada a su saco, lo abre un poco y puede ver un sobre blanco. Voltea de nuevo a la familia feliz y con fuerza toma su saco y se envuelve más en él pues de un momento a otro ha comenzado a sentir más el frío.

Wait For It | Steve Rogers |#IQ01| ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora