E X T R A

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En algún lugar de Europa, dos hermanos se encuentran en una habitación

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En algún lugar de Europa, dos hermanos se encuentran en una habitación. Ambos están sentados en el suelo, sus cuerpos se sienten pesados y ambos están bastante débiles como para si quiera intentar entablar una conversación.

La muchacha recarga su cabeza en la pared y cierra los ojos en un intento de sentirse un poco mejor. Su cabeza duele bastante, le habían advertido que eso pasaría, pero nunca creyó que el dolor sería tanto. Además del dolor físico, se siente mentalmente agotada, por un momento tiene la sensación de regresar a la escuela, como si hubiese tenido cinco exámenes finales el mismo día, solo que lo que siente ahora, está multiplicado varias veces.

Ya ha perdido la cuenta de los días que llevan en ese lugar, pero en su opinión, se siente como si llevaran una eternidad ahí. Los recuerdos de su infancia parecen haber ocurrido muchos, muchos años atrás. Ni siquiera sabe qué día de la semana es y sabe que su hermano se siente de la misma manera, es un poco extraño lo que les está pasando, pero ahora puede sentir sus emociones.

El muchacho, a diferencia de su hermana, su cansancio físico ha disminuido demasiado en los últimos días. Su cansancio mental, es otro tema.

Pero ninguno se arrepiente de lo que están haciendo.

Cuando tocan la puerta de la habitación, pese a su agotamiento, ambos voltean hacia esta de manera inmediata.

El primero en levantarse, es el muchacho, quien en un segundo cruza la habitación hasta abrir la puerta para encontrarse a una mujer que les lleva comida.

La mujer en el suelo, solo percibe el aroma que la comida desprende, encuentra las fuerzas necesarias para ponerse de pie. Su hermano lleva las bandejas a la cama para después regresar para cerrar la puerta.

—Si sigues comiendo así, subirás algunos kilos —dice el muchacho con una sonrisa al ver que su hermana no lo ha esperado y que ya se encuentra en la cama con un bocado en su boca—. De hecho, ya puedo ver tus mejillas más grandes.

—Cállate —responde la mujer lanzándole una mirada amenazadora, desde que habían llegado a ese lugar, su hermana ha tenido un humor terrible—. ¿No vas a comer?

—¿Por qué? ¿Quieres comerte mi comida también? —Pregunta y con eso, su hermana sonríe y esa simple acción, hace que le regrese un poco de color a su piel. Solo pocas veces la ha visto sonreír en ese lugar, así que se alegra bastante por eso.

El muchacho se sienta en la cama, pero antes de comenzar a ingerir su comida, se da cuenta que debajo de los platos de su bandeja, está el periódico local. Una de las palabras del encabezado le llama la atención, así que sostiene el plato con una de sus manos y con la otra saca el periódico para leer.

—¿Ya leíste? —Le pregunta a su hermana tendiéndole el periódico, esta al principio no tiene otro interés más que terminar su comida, pero ante la insistencia, decide darle un vistazo.

El titulo hace que le quite el diario a su hermano para poder leerlo con más atención.

El artículo, inclusive cuenta con algunas fotografías y mientras sus ojos leen cada línea, su sonrisa comienza a crecer.

—¿Sabes lo que haremos solo nos permitan salir de aquí? —Pregunta la muchacha sin quitar la vista del periódico, en su voz, su hermano reconoce algo que le hace dudar en si había hecho bien al enseñarle el periódico.

—¿Estás segura?

La mujer observa con atención las fotografías, intenta memorizar a las personas en estas. Por un momento siente que por fin va a poder vengar la destrucción de su pueblo, incluyendo la muerte de sus padres.

—Lo estoy —responde decidida, voltea hacia su hermano unos segundos, da un asentimiento y juntos regresan la mirada al encabezado del periódico.

Este dice en letras rojas:

ELIZABETH LIVINGTON: LA MISTERIOSA HERMANA DE TONY STARK.

Wait For It | Steve Rogers |#IQ01| ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora