¿Ahora puedes entender las consecuencias?

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Como de costumbre en las visitas de Louis Lana se vio en la obligación de vigilarle mientras él se drogaba en la sala, más que por seguridad era que este chico amaba juguetear con la estufa y dejaba todo la cocina hecha un desastre cosa que Lana odiaba.

Gus seguía en la habitación “volando”, desde donde estaban se podía escuchar los gritos de euforia que producía. En ese momento Lana deseó de nuevo poder tener un poco de esa libertad, poder olvidarse de todo pero la constante voz que se asemejaba mucho a la de su madre le regañaba cada vez que sus ojos se posaban por más tiempo del debido en un sobrecito de droga que Louis ponía sobre el sofá.

―Puedes probar un poco ―Le ofreció el drogadicto tendiendo hacia ella un poco del polvo blanco―.

―Aleja esa cosa de mi ―Le advirtió ella exhalando el humo de su cigarrillo―.

Louis le miró pensando en lo tonta que estaba siendo ¿Quién no querría probar un poco de crack? Sólo una estúpida como Lana ¿Consecuencias? Sí, las había pero poco le importaban considerando el hecho de que su vida en general era un total desastre. Acercó a sus fosas nasales un poco del polvo e inhaló, un ligero cosquilleo le recorrió desde la nariz hasta su garganta.

El cigarrillo pronto se acabaría por lo que Lana le desechó y encendió otro.

― ¿Qué tal si cambias eso por este? ―Le dijo Louis mostrándole un porro―.

―Jodete Louis ―Espetó ella recostando su cabeza al sofá―.

El chico soltó una carcajada profunda haciendo que el cabello de ella se erizara. Una aspirada al cigarrillo y sintió que su adicción por él le estaba volviendo loca, deseó tener más de uno en la boca, necesitaba calmar su ansiedad.

―Haremos un trato Lana ―Comentó él sentándose a su lado―.

― ¿Qué quieres?

―Me acuesto contigo y a cambio me das dinero ―Ofreció con una atractiva sonrisa―.

Lana le miró con una ceja arqueada por unos momentos ¿Acostarse con Louis? Ni hablar, podía ser amiga de unos drogadictos dementes pero jamás pensaría en acostarse con uno de ellos, eso sería alcanzar un nuevo nivel de desesperación. Louis ciertamente se veía como un loco, no había más palabra para describirle, su frente sudaba y su cuerpo parecía temblar.

―No, acostarme contigo es lo último que haría ―Dijo antes de apartar su mirada hacia la chimenea que continuaba sin tener fuego―.

―Necesito el dinero Lana ―Dijo él con desesperación―. No tengo con que comprar mis drogas ¡Necesito el dinero!

Lana le miró mientras su euforia le hacía reír haciéndole ver como demente, los minutos pasaron haciendo que el sentido común de Lana le dijera que tenía que irse de allí ¿Para que seguirlo? Varias veces le había advertido de diferentes situaciones con estos chicos y jamás había sucedido algo.

―Necesito el dinero Lana ―Le repitió Louis con voz molesta―.

Ella le miró sin una muestra de fastidio pues no quería molestarle, sólo una vez presencio la furia de Louis por lo que se negaba rotundamente a pasar por ello de nuevo. Él arrugó el ceño con fuerza lanzándole una mirada asesina.

―Quiero el dinero ―Le exigió cogiendo su brazo con fuerza―.

―Suéltame Louis ―Pidió ella con calma―.

―Dame el dinero Lana o te asesinaré ―Le amenazó con voz ronca―.

―Espera que pase el efecto y hablaremos

― ¡Lo quiero ahora! ―Le gritó él no midiendo la fuerza con la que lanzó el golpe―.

Lana cayó al suelo semi consciente de lo que estaba pasando, su mejilla izquierda ardía y tenía un amargo sabor a sangre en su boca. Louis se acercó a ella lentamente como si estuviera esperando que hiciera algún movimiento para atacarla de nuevo.

Las penas de Lana [Suspendida indefinidamente]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora