Destiny [Collin Littlesea] |Libro 2| De La Serie 'improntas'

CAPITULO 11

VOLVIENDO A CONFIAR

Arrugue la nariz al reconocer el olor que inundaba mis fosas nasales, los hospitales tienen un olor muy propio, fármacos y desinfectantes, abrí los ojos para cerrarlos casi que de inmediato pues la luz clara de la habitación me había lastimado la vista, los abrí por segunda vez con un poco más de cautela y me lleve las manos a la cara para bloquear la luz, notando el catéter vía intravenosa que tenia en mi brazo derecho.

-que bueno es verte despierta ¿Cómo te sientes Anna? -me pregunto el doctor Carlisle Cullen, pues era imposible no reconocerle, todos en Forks sabían de los Cullen y en especial del doctor que parecía un modelo de revista esperándote en urgencias.

-¿Qué sucedió? -pregunte, al notar los aruñetazos en mis brazos.

-te encontraron en el bosque en medio de la noche, Anna. -me miro, parecía que tenia una discusión interna sobre si hacerme o no preguntas. -hay algunas personas que quieren verte. -me dijo con una sonrisa, para dirigirse a la puerta, en cuanto esta se abrió Collin entro precipitadamente en la habitación, con Lou y todos los demás detrás de él.

-es un alivio que este bien, Ann. -dijo Collin llegando rápido a mi lado para tomarme la mano y plantar delicados besos sobre esta, se veía realmente preocupado, su gesto me enterneció.

-¿pero tu que piensas de la vida niña? -me pregunto Lou desde el otro lado de la cama, tenía una expresión de preocupación plasmado en el rostro, también parecía molesta por algo. -se puede saber ¿Qué hacías a esas horas de la noche en el bosque? -me pregunto llevándose una mano a la cintura, estaba evidentemente molesta, por un momento olvide nuestras diferencias, mientras pensaba en todo lo que había sucedido la noche anterior, me sentía humillada, Lou noto que no quería hablar de tal cosa en ese momento, así que se apresuró a cambiar de tema. -¿quieres que le avisemos a tus padres? -pregunto.

-No, viajaron este fin de semana también, es mejor que no se enteren de mi visita al hospital. -le dije agradeciendo al cielo, que mis padres estuvieran tan llenos de compromisos últimamente, que estaban viajando a Seattle casi cada fin de semana.

-bueno chicos, saben que no pueden estar tantos acá, salgan por favor. -dijo el doctor Cullen, acto seguido todos comenzaron a salir de la habitación, mientras me sonreían y decían que les alegraba verme bien. En la habitación de hospital solo estábamos Collin y yo, debido a que este se negó a salir, tomaba mi mano con fuerza y no dejaba de mirarme.

-¿Por qué me miras tanto? -le pregunte un poco tímida.

-necesitaba verte. -me dijo acariciando mi rostro con su mano. -me hacia falta escucharte y ver tus ojos, tus expresiones, por favor, Anna perdóname, no me apartes de ti. -me dijo dejando escapar una lagrima, que yo me apresure a secar con la yema de mis dedos.

-yo tampoco me quiero apartar de ti. -le dije sincera, Collin sonrió por mis palabras y se abalanzo a abrazarme, para luego retirarse de mi un poco y dejar un delicado beso sobre mi frente.

-ahora dime, quien fue el idiota que te dejo en el bosque en la mitad de la noche. -me dijo, pude notar que ese tema lo tenia bastante molesto, decidí que no era buena idea revelar la identidad del aquel imbecil.

-por favor, no hablemos de eso. -le dije a Collin, tomándolo de la mano. -¿puedo hablar con Lou? He sido cruel con ella últimamente, me quiero disculpar. -le dije, la verdad es que sabia que lo de Lou podía esperar, pero no quería que Collin intentara sacarme información de nuevo.

Collin llamo a Lou, la cual entro en la habitación rápidamente, estaba pensando en el modo de sacar a Collin de ahí, cuando Sam se asomo en la puerta para decirle que debían irse, Collin se acercó a mí para besar mi frente y despedirse, luego de eso lo vi desparecer por la puerta.

-Ahora. -dijo Lou viendo como Collin se iba. -¿me dirás lo que realmente paso? -me pregunto cruzándose de brazos.

-¿tu porque me hablas así? -le pregunte enarcando las cejas. -si tu y yo estamos peleadas.

-yo se que no puedes odiarme. -me dijo Lou abrazándome. -perdóname en serio. -dijo con la voz entrecortada, me sorprendió su cambio repentino. -te extraño, Ann. -me dijo, apartándose de mi para verme.

-ya, no paso nada Lou. -le dije sincera, pues por un momento olvide todo, la locura de los lobos era algo que un no podía creer, pero aun así sentía que su cariño hacia mi al igual que el de Collin, era real, ya tendría tiempo para aclarar el resto.

-ahora, dime ¿Quién fue ese idiota? -me pregunto, seria. -cuéntame que te paso. -dijo sentándose a mi lado en la camilla de hospital.

***

-¿Jeisson? -pregunto Lou, con los ojos como platos en cuanto termine de relatarle todo. -bueno pero ese idiota ¿Qué se cree? -dijo elevando un poco la voz. -¿y tú qué? -me regaño, al momento que yo soltaba un chillido por un pellizco que esta me estaba dando. -¿Por qué sales con un idiota como ese? ya conocías la fama que tenía en el instituto. -me dijo apretando los dientes.

-lo se Lou, pero también conozco la fama de Collin y aquí estoy, tratando de confiar en él. -le dije, Lou dejo de mirarme seria para mirarme con compresión, ante eso ella no podía discutir.

-Lou... por favor, no le digas nada. -le pedí con voz de súplica.

-claro que no, si le digo algo Collin es capaz de acabarlo a golpes. -me dijo.

***

El doctor Cullen me dio salida del hospital esa misma tarde, Collin me estaba esperando afuera del hospital para llevarme a casa.

-¿quieres entrar? -le pregunte, mientras giraba el picaporte de la puerta de mi casa, él sonrió ampliamente ante mi pregunta.

-Claro. -me dijo y me alzo en sus brazos para entrar en la casa, Collin empezó a subir las escaleras hacia mi habitación de inmediato, para depositarme delicadamente sobre mi cama   -¿quieres descansar?¿tienes hambre? Puedo cocinarte algo. -me dijo, hablando rápido y nervioso, yo sonreí ante la ternura que sus acciones me provocaban, yo solo palmee el lugar al lado de mi cama, él se sentó a mi lado, y yo apoye mi cabeza sobre su pecho, para poder sentir por segunda vez lo cálido que era su cuerpo, decidí que la sensación me encantaba, estar entre sus brazos y escuchar el latido de su corazón, me encantaba, me dormí abrazada a él, mientras Collin dibujaba círculos con su dedo índice en uno de mis brazos.