Conversaciones

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—¿De verdad?

—Sí, hablabas dormido —me explicaba mientras me servía una taza de té.

—¿Y qué cosas decía? —pregunté tomando un sorbo de té.

Y ella, por alguna razón, se sonrojó un poco.

—Eehh... Creo q-que hablabas sobre... —jugaba con su cabello.

Y Sylvester empezó a ladrar.

—Sylver ¡Shhhhhh! —le ordené.

—No tiene importancia ¿Ya comiste, cierto? —le preguntó levantándose —. Por la hora que es, deduzco que sí, pero yo aún no he comido y tengo hambre —dijo caminando hacia la cocina.

—La verdad es que no he comido —contestó acabándose el té.

—¿Y eso? —preguntó retirándole la taza.

—Me desperté muy tarde, sólo comí un pedazo de torta que me dejaste en el refrigerador, que estaba muy buena, por cierto —sonrió.

Ella soltó una pequeña risa mientras se apartaba el pelo de su ojo derecho.

—Gracias...

Poco rato después, nos dirigimos a la cocina y ayudé a Mangle a preparar la comida, fue muy divertido, una que otra vez terminábamos jugando con ella, pero al final pudimos comer.

—¿Quieres que le ponga picante? —me preguntó con picardía.

Yo me emocioné.

—¿Te gusta el picante? —le pregunté.

—¡Claro que sí, me encanta!

Esto es... Simplemente genial. Creo que me acabo de enamorar aún más de ella.

Esa misma noche...

—... Fox, no te quedes dormido —dijo sacudiéndome levemente.

—Ayy~ no pasa nada, mañana es domingo —dije cerrando los ojos mientras abrazaba protectoramente a una almohada.

La escuché suspirar.

—Está bien, pero no te duermas en el sillón, luego te despertarás con molestias.

Me da igual~ déjame dormiiir~

—Aquí estoy bien —susurré acomodándome.

—Fox, no seas terco —y esta vez, me sacudió con más fuerza.

Pe-sa-da.

—... Te dejaría dormir conmigo —mis ojos se abrieron al instante —. Si no fuera porque aún no confío mucho en tí ¿Y si me haces algo? —preguntó mientras se abrazaba a si misma.

—¡No soy tan pervertido! —grité avergonzado.

—Es decir que te gustaría dormir conmigo —canturreó con una sonrisa traviesa.

—¡E-Eso no...! —carajo, no sabía ni que contestarle.

Ella se sorprendió.

—... V-Vaya, n-no estaba hablando en serio, y-yo... —se levanta y lo mira avergonzada —. No tenía idea.

—¿Sabes que... Te has convertido en una persona muy importante para mi? —le dije seriamente.

—... Y tú para mi también —me dedicó una tierna sonrisa.

Yo me levanté del sillón, me dirigí hacia ella para abrazarla protectoramente.

—Meg... Quiero saber más de ti —le susurró acariciando su suave cabello.

Ella me miró.

—Ven, vamos a mi habitación, te contaré unas cuantas cosas —dijo tomándome la mano pra guiarme a su habitación.

Nos sentamos en el borde de su cama y, ella sonrió.

—Últimamente has estado mirando mucho mi ojo tapado. Tienes curiosidad ¿Verdad? —me miró pícaramente.

Yo me sonroje a más no poder, era verdad~

—L-Lo siento si te incomodé —me disculpé desviando la mirada.

—La culpa es mía, hace más de dos meses que te dije que te lo contaría.

Verdad.

—Y que si te ganabas mi confianza te contaría todo de mi y viceversa.

Verdad.

—Y por esa misma razón, te voy a contar lo de mi ojo... —¡Ay, por fin, sí! —. Mañana.

... ¿Qué?

¿Puedo confiar... En tí? [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora