El tacto

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Sabía que me iba a arrepentir.

—Meg... Deja de pellizcarme la mano.

—¿Por qué? No sientes nada ¿Verdad? —... ¡Y seguía pellizcándome!

Aparté mi mano.

—Y por esa misma razón nunca se lo he contado a nadie —dije seriamente.

—...

Ella me miró con tristeza. Normalmente una chica se enfadaría cuando les contestan de una manera poco amigable, pero ella... Simplemente volvió a agarrarme la mano y, con lentitud, la colocó sobre su mejilla mientras cerraba los ojos.

—... No hagas eso —sentía que se me hacia un nudo en la garganta.

Sentí que... Al fin pude presenciar una muestra de cariño por parte suya, pero... No sentía nada.

Me sentí tan frustrado que no me di cuenta cuando empecé a derramar lágrimas.

Ella abrió los ojos y me miró.

—... Sabía que te sentirías así. Pero no tienes porque verlo de ese modo, Fox.

—... ¿Hay otro modo?

Ella sonrió tiernamente.

—¿Crees que sólo necesitas una mano para sentir? —me preguntó soltando mi mano.

En parte tiene razón.

—Ven, ya verás —me dijo mientras extendía los brazos.

Yo, sin entender a qué se refería, me acerqué a ella y... M-me dió un... ¿Abrazo?

—Esto lo sientes perfectamente ¿Verdad? —dijo apoyando su cabeza en mi hombro.

Luego, ella se separó, colocó ambas manos en mis mejillas y me miró. Y-Yo... Sólo estaba confundido.

—También sientes esto —me sonrió.

Yo, lentamente, también sonreí. Y en ese momento... Me perdí en sus ojos.

Inconscientemente, ambos nos fuimos acercando poco a poco, fui cerrando los ojos con tranquilidad al igual que ella, hasta que, finalmente...

Nos besamos.

No puedo describir el momento, simplemente fue... Único. La abracé protectoramente, ella me rodeó el cuello con sus brazos.

Quería que ese momento no se terminara nunca. En pocas palabras, me encanta... Ella, me encanta.

Lentamente, nos separamos.

Ella me sonrió, sinceramente... No tengo ni idea de cómo actuar ahora, qué hacer o decir, no lo sabía. Eso sí, mi corazón estaba tan acelerado que parecía que se me iba a salir del pecho en cualquier momento.

—P-Pensé que tú... —susurré desconcertado.

—No te conozco del todo, Fox... Pero sé que no eres mala persona, te preocupas por los demás y no te importa la opinión de otras personas sobre tí... Eso es más que suficiente para que... Te hayas ganado mi confianza —me dijo con voz serena y dulce.

No me lo podía creer... ¿Enserio lo conseguí?

—Pero si me llegas a lastimar... —cambió su voz a una totalmente diferente a la que estaba usando hace unos pocos segundos —. Te apartaré de mi, te despreciaré y nunca más podré volver a confiar en un hombre —desvió la mirada.

Eso... De alguna manera, dolió un poco.

Coloqué suavemente mi mano derecha sobre su mejilla y la obligué a que me mirara.

—... Si alguna vez llego a lastimarte... —susurré acercándome a ella —. Será al morder tus labios —y dicho eso, la volví a besar.

No tengo mucha experiencia besando ya que nunca lo había experimentado con nadie, pero... ¿Cómo puede ser esta sensación tan placentera? Ella me lo había hecho conocer, y le estaré eternamente agradecido... Ya que ahora no podré pensar en otra cosa.

Nos separamos y ella abrió los ojos lentamente.

—¿Quieres ser mi novia, Meg? —susurré juntando nuestras frentes.

Ella sonrió y volvió a cerrar los ojos.

—Será un placer, Fox.

¿Puedo confiar... En tí? [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora