"Rápida y Furiosa"
☾ ☽
Una constante bocina despertó a ambos chicos que dormían en la parte trasera. El primero en despertar fue Marco, miró hacia abajo y Camille tenía su cabeza recostada en su pecho. Habían acabado acostados en los asientos de atrás. Luego despertó Camille, abrió los ojos poco a poco y le tomó unos segundos para familiarizarse con la situación. Se sentó lentamente y se encontró con la mirada de Marco.
-Buenos días. -saludó con una voz ronca que le encantó a Camille.
-Buenos días. Lamento haberme dormido encima de ti. -sonrió inocentemente.
Marco se sentó y negó con la cabeza.- No te preocupes. -abrió la puerta y salió del coche seguido de Camille.
-Lamento la tardanza. -un hombre salió del camión.- El único camión que servía estaba por el centro de la ciudad y hasta ahora fue que logré ocuparlo.
Camille sacó su móvil y miró la hora. Cuatro y media de la mañana.
-No pasa nada. -Marco se encogió de hombros. El hombre se acercó a la camioneta de Marco y le echó la gasolina. Marco iba a pagarle pero el hombre negó.
-Tomadlo como unas disculpas por el atraso. -Marco seguía insistiendo pero el hombre se fue rápidamente.
-Ojalá todos fueran como ese señor. -dijo Camille. Marco asintió y le abrió la puerta a Camille del copiloto, se subió y segundos después se encontraban de nuevo en la vía.
-Hemos llegado a su destino, señorita. -bromeó Marco estacionando el carro frente al apartamento de Camille.
-Gracias por traerme. -Camille tomó su pequeño bolso de salir y miró sonriente a Marco.
-No es nada. Yo lamento hacerte pasar por aquello. -dijo apenado.
-Es bueno de vez en cuando tener una aventura. -ella rió. Ambos se quedaron en silencio, viéndose fijamente, cuando Marco comenzó a acercarse a ella, Camille reaccionó. Todavía no.- Nos vemos. -se bajó rápidamente del carro y pasó por el portal del edificio, dejando a Marco desconcertado.
-Buenos días, señorita Nielsen. -saludó el vigilante del edificio.
-Buenos días. -ella sonrió y se encaminó al ascensor.
-Han traído un paquete para usted. -el vigilante fue hasta su oficina y le entregó la caja.
-¿Quién? -dijo extrañada tomando el paquete entre sus manos.
-Anónimo. Creo que tiene un admirador. -bromeó y ella rió. El ascensor llegó y ella corrió hacia él para no perderlo.
-¡Gracias! -exclamó antes de que cerraran las puertas metálicas.
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A mis pies / Real Madrid
FanfictionDos mejores amigas, una apuesta y siete chicos incluidos. ¿Qué podria salir mal? Ah, sí. Enamorarse de uno de ellos.