capítulo cinco

482 28 6
                                    

            "Rápida y Furiosa"

            "Rápida y Furiosa"

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

  ☾ ☽  

Una constante bocina despertó a ambos chicos que dormían en la parte trasera. El primero en despertar fue Marco, miró hacia abajo y Camille tenía su cabeza recostada en su pecho. Habían acabado acostados en los asientos de atrás. Luego despertó Camille, abrió los ojos poco a poco y le tomó unos segundos para familiarizarse con la situación. Se sentó lentamente y se encontró con la mirada de Marco.

-Buenos días. -saludó con una voz ronca que le encantó a Camille.

-Buenos días. Lamento haberme dormido encima de ti. -sonrió inocentemente.

Marco se sentó y negó con la cabeza.- No te preocupes. -abrió la puerta y salió del coche seguido de Camille.

-Lamento la tardanza. -un hombre salió del camión.- El único camión que servía estaba por el centro de la ciudad y hasta ahora fue que logré ocuparlo.

Camille sacó su móvil y miró la hora. Cuatro y media de la mañana.

-No pasa nada. -Marco se encogió de hombros. El hombre se acercó a la camioneta de Marco y le echó la gasolina. Marco iba a pagarle pero el hombre negó.

-Tomadlo como unas disculpas por el atraso. -Marco seguía insistiendo pero el hombre se fue rápidamente.

-Ojalá todos fueran como ese señor. -dijo Camille. Marco asintió y le abrió la puerta a Camille del copiloto, se subió y segundos después se encontraban de nuevo en la vía.

-Hemos llegado a su destino, señorita. -bromeó Marco estacionando el carro frente al apartamento de Camille.

-Gracias por traerme. -Camille tomó su pequeño bolso de salir y miró sonriente a Marco.

-No es nada. Yo lamento hacerte pasar por aquello. -dijo apenado.

-Es bueno de vez en cuando tener una aventura. -ella rió. Ambos se quedaron en silencio, viéndose fijamente, cuando Marco comenzó a acercarse a ella, Camille reaccionó. Todavía no.- Nos vemos. -se bajó rápidamente del carro y pasó por el portal del edificio, dejando a Marco desconcertado.

-Buenos días, señorita Nielsen. -saludó el vigilante del edificio.

-Buenos días. -ella sonrió y se encaminó al ascensor.

-Han traído un paquete para usted. -el vigilante fue hasta su oficina y le entregó la caja.

-¿Quién? -dijo extrañada tomando el paquete entre sus manos.

-Anónimo. Creo que tiene un admirador. -bromeó y ella rió. El ascensor llegó y ella corrió hacia él para no perderlo.

-¡Gracias! -exclamó antes de que cerraran las puertas metálicas.

A mis pies / Real MadridDonde viven las historias. Descúbrelo ahora