Blood Sweet Blood | Yoonmin [Primera Parte]

#9

-¡Jin! - dijo el pelinegro abrazando al mayor con lágrimas en los ojos

-Mi niño, ya estas en casa - dijo  SeokJin acariciando la espalda del menor

Ya JungKook estaba junto a SeokJin y NamJoon, volvió a ver a HoSeok y a mí, se notaba que nos extrañaba. La reacción ante JiMin y TaeHyung fue más que todo asustadiza, ver extraños en tu casa no era cosa de todos los días.

-¿Quienes son ellos? - dijo el pelinegro apuntando al hermoso rubio que comía feliz. Sí, lo sé destaco mucho a JiMin pero así soy yo. Volviendo al tema...donde estaba...¡Ah!

-Son JiMin y TaeHyung - dijo el pelinegro mayor, TaeHyung al levantar el rostro hizo que JungKook se pusiera un poco tenso, ni un poco, demasiado.

"Hola" respondieron ambos al unísono, TaeHyung fue el único que sonrió, ante tal acto JungKook se sonrojó un poco. Los dos humanos rieron y terminaron su desayuno.

  Aún tenía ganas de reclamarle a SeokJin sobre JiMin, pero llegó vivo así que no sabía que reclamarle en si...

JiMin además de llevar mi capa roja noté algo en sus bolsillos.

¿¡QUÉ HACÍA CON UNA ESTACA EN EL BOLSILLO!?

¡No! Aún no tenía pruebas suficientes para probar que el era cazador o familia de cazadores, era muy poca información.

Debía investigar más a fondo, si JiMin se enterara de que conspiró sobre él, no me quiero ni imaginar su reacción. Después de todo debía confiar en él y no debiamos ocultarnos nada...¿verdad? Aunque...

  Recuerdo a los infiltrados en el asesinato, era mucha gente, uno de ellos tenía una cadena con una P y justamente fue el que asesinó a mis padres. A lo lejos se veían más personas asesinando a los empleados. Al final de todo eso todos gritaban "Park vencedor".

  -¡Tierra a Min YoonGi!- decía NamJoon chasqueando los dedos al lado mío.

-Ajá sí- dije de mala gana como siempre, ví a Jimin melancólicamente y me fui de allí.

SeokJin como que comprendía lo que pasaba. Se acercó a JiMin y lo vió dulcemente.

-JiMin...¿Haz tenido algún familiar cazador?

-Sí, mi tio, mi abuela fue víctima de vampirismo después de que todos nacieron. Mi abuelo gracias a eso la abandonó y dijo que se vengaría. Él es el único cazador de mi familia.

Por lo menos no era él gracias al cielo, pero era un familiar, era muy posible que inducieran a JiMin a ser cazador algún día. Era muy posible, pero por ahora no pasaría nada, estaba conmigo ¿Él sería capaz de matarme?

15 años atrás

Un pequeño niño de piel palida y ojos color violeta escapaba de un palacio, tenía lágrimas en sus ojos, parecía perdido.

Se encontraba en un parque al lado de una estatua, llorando, otro niño se acercó a ver que pasaba y vió como el niño más pálido lloraba sin cesar

-¿Por qué lloras?- preguntó situándose a su lado

-M-mis p-pa- las palabras no le salían, estaba muy dolido, no paraba de llorar.

-Por favor, no llores- decía limpiándole las lágrimas que bajaban hacia sus mejillas - Dime que tienes.

-Mis padres...han muerto- decia sollozando intentado contener las lágrimas - estoy perdido no sé donde estoy y...

-Tranquilo, ven conmigo

El niño más alto se levantó y fue detrás del más bajo. Llegaron a una casa donde el más pequeño explicó todo y dejaron que el más alto se quedara a vivir.

-Soy YoonGi - dijo bebiendo la taza de sangre que le habían dado.

-Soy HoSeok, un gusto, YoonGi.

Recordé como conocí a HoSeok, cuando nadie me quiso dar su apoyo él me dio su ayuda y  gracias a él sigo vivo. Es el mejor amigo que pude tener en toda la vida, es amable, fiel, servicial y dulce. Cuando crees que no hay más esperanza él te da animos hasta que te levantes y lo vuelvas a intentar. Es el mejor calmante que puedes tener. Nadie más es como él.

  -YoonGi, no te preocupes, no creo que JiMin llegue a ser cazador algún día.

-Si lo se, pero y si lo llegaran a inducir a ser uno.

-¿Crees que sea capaz de matarte? ¿Recuerdas cuando casi te asesinaban y JiMin fue a defenderte y él salió ganando?

-Sí, lo recuerdo perfectamente.

-No te dejes comer por los pensamientos. Recuerda que él te ama.

Nadie se había dado cuenta que JiMin estaba escuchando hasta que oímos sus pisadas subir las escaleras, escuché unos sollozos de su parte. Estaba mirando la ventana mientras rompía una hoja de papel la cual parecía una carta. Para al final lanzar los pedazos lejos.