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-Atrapenlo, que no escape- repetían los hombres que me seguían. Me ocultaba de los cazadores hasta que llegué a casa. HoSeok me miraba mal, odiaba esa mirada que la ponia cada vez que hacía algo malo

-¿En que líos te metiste ahora?- preguntó teniendo todavía esa mirada de molestia y con un tono autoritario

-Pues...- decía rascandome la nuca -Tal vez fui a buscar comida y esos cazadores me miraban y no me di cuenta- reí nervioso, HoSeok llevó la palma de su mano a su frente moviendo la cabeza de un lado a otro. Por fin no me encontraron.

Estaba de cabeza en una cadena que había puesto en el cuarto para eso, miraba fotos de mi bello y amado JiMinnie, como solía llamarle, amaba a ese humano, era perfecto. Su voz cada vez que me llamaba por mi nombre, el aroma que dejaba en mi ropa cuando me abrazaba, su bella sonrisa que hacía que sus ojos se cerraran, la forma en la que me besaba, su amabilidad y la habilidad que tenía para entender cualquier problena. Él era el único que me hacía sentir murciélagos en el estómago.

¿Alguna vez intenté morderlo? Sí, solo lo hice una vez no era hambre, eran celos. JiMin hablaba con un chico, TaeMin, siempre le coqueteaba a JiMin y no me gusta cuando se meten con lo que es mío, me molesté con él, el color de ojos decía todo, un rojo brillante, simbolizante de el enojo, la rabia, los celos que me invadían. Decidí marcar territorio mordiendo su cuello, bebí solo unos pocos sorbos, cuando TaeMin volvió a ver a JiMin no quiso coquetearle, sabía que había sido yo.

-YoonGi, hora de cenar- gritó HoSeok desde la cocina, el olor a sangre llenaba la habitación, era delicioso.

Bajé con los ojos color rosa, parecían dos gemas, HoSeok conocía la razón perfectamente.

-¿Pensando en tu novio?- Dijo él, me sonroje por la vergüenza que sentía, sabía mucho.

-Sí, es inevitable

-Si supiera que te desvelas pensando en él todas las noches tendría más razones para amarte

-Me pregunto si él hace lo mismo

-Lo más posible es que sí, ahora come mañana será otro largo día

            -Al día siguiente-

Estaba hundido en las sabanas dormido, toda esa comodidad terminó cuando sonó la alarma de mi celular. 6:00 am, en tan solo una hora HoSeok y yo entrabamos a la universidad, me bañé, me vestí, desayuné y ambos salimos rumbo a la universidad.

  Allí estaba, el chico rubio de baja estatura que tanto amaba junto a su amigo, se veía tan hermoso como siempre.

Me acerqué y le dí un beso en la mejilla como siempre hacía -Buenos días, JiMinnie- le dije rodeándolo con mi brazo

  -Buenos días- respondió con esa melodiosa voz que me encantaba. Él también me llamaba por apodos pero le daba vergüenza cuando estábamos en frente de alguien más.

HoSeok saludó a TaeHyung y los cuatro nos pusimos a hablar de lo que sea, no recuerdo exactamente de que era pero eran tonterías.

La beca para venir a estudiar a este lugar no fue en vano,a los profesores les agradaba por mi desempeño académico, incluso me decían que explicara algunas dudas que tenían los demás. Y eso no era todo, vivir con HoSeok y ser muy bueno en los estudios eran preguntas y dudas, y no preguntas difíciles, era como que un niño de 6 años humanos te preguntara cuanto es 2+2

No todo iba a ser así de pacifico, además de los cazadores nos llegó otro problema más y este era más grande que los cazadores.

Blood Sweet Blood | Yoonmin [Primera Parte]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora