Confianza ciega
—No entiendo por que lo molestan—murmura Theo, tan suave y bajo que la voz puede perderse en el barullo del comedor.
—Es divertido—replica Draco, mirándole escéptico—. ¿Por qué? ¿Quieres acompañarlo, Theo?
Theo suspira eligiendo sabiamente ignorarle. Neville Longbottom es un chico regordete con las mejillas rojizas haciendo contraste en la pálida piel, se le hace de igual manera un niño curioso pues pese a ser un león es demasiado asustadizo. Un total contraste entre la casa y su personalidad.
Pero Neville sigue siendo un un león. Uno inseguro y callado, tartamudo e ingenuo.
—Miren que tenemos aquí—canturrea el rubio acercándose, sus ojos resplandeciendo en la burla. El chico pasa saliva apretando para sí unos libros grandes y cafés—. ¿Para qué llevas eso, Longbottom? No es ningún secreto que reprobarás.
—Déjame en paz, Malfoy—Theo solo se queda ahí, observando aún cuando desea ayudar al chico regordete de mejillas rojas.
—¿O qué? ¿Vas a llorar, Longobottom?
Para ese momento los alumnos solo miraban la escena de reojo con tristeza conocedores del destino que le aguardaba.
—Por lo menos no soy una serpiente rastrera escondiéndose detrás de sus amigos—escupe con rapidez, una manera desesperada de salvar su propio orgullo.
Y condenar su vida.
—Oh, chico—Black cierra los ojos para no lanzarse a golpearle. ¡Demonios que estaba harto! Por eso no es Gryffindor. Mucho hablar y poco cerebro.
Theo incluso se atragantó con su saliva al escucharle, y es que nadie esperaba tal respuesta del dulce Neville. Zabini no estaba muy lejos, pero él trataba inútilmente de relajar al rubio que apuntaba al culpable con varita en mano.
—Basta, Draco—Riddle mangonea, calmado. Es difícil distinguir la orden detrás de esas suaves palabras y mirada comprensiva aunque vacía. Para los demás parece más una súplica, al menos para quienes están fuera de su círculo social.
Lentamente Draco baja la varita, mirando al mayor de reojo que parece perder de a poco su paciencia. Aprieta los labios al terminar de guardarla en su bolsillo.
No planea volver a colocar en duda su confianza.
Los ojos curiosos se han marchado, ofuscados y aliviados al verse arruinada la diversión.
—Gracias—Neville se de media vuelta dispuesto a alejarse lo más rápido que sus temblorosas piernas le permitan—. ¡Merlín!
Lo siguiente que escucha corresponde a las risas de Slytherin, quienes abandonan la escena del pobre chico con piernas pegadas en el suelo rodeado de libros abiertos.
—Tom—llama uno de ellos—, ¿no cuenta eso como una falta? Le hechizaste por la espalda.
"Cobardemente" queda explícito. De pronto el ambiente se vuelve pesado y los ruidos cesan, reanudándose igual de veloz apenas el nombrado baja el libro que acaparaba su atención.
—No, es inteligencia premeditada—corrige fijando sus orbes en ellos. Los ojos azules sin calidez. Desde que lo conocen es así, parecen iluminarse solo cuando Harry está cerca y eso es solo un poco.
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Mini Señor Oscuro
Random«¡Podemos gobernar el Mundo Mágico juntos, Harry!» → AU!Donde Voldemort es un niño y Harry su obsesión.