Capítulo 4

9.7K 991 256
                                    

Gustos

»Si no te gusta, cámbialo. Sino puedes cambiarlo, mátalo.«

Una lechuza llega.

No es un hecho sorprendente, aquella ave es la encargada de repartir los emisarios. Sin embargo, la casa a la cuál llega sorprende.

Es de conocimiento público que Lucius Malloy no recibe cartas en su mansión al menos que él hubiese mandado una en primera instancia. Ahora, ver entrar con tranquilidad a la lechuza significa un altercado en sus negocios.

O Draco informándole de su día en el colegio.

—¡Dobby!—grita, tomando el papel entre sus manos conforme el característico 'plop' se escucha—. Dale algo a la lechuza y tráeme una taza de té.

—Sí, amo Malfoy—el elfo se levanta de su lugar, chasqueando los dedos para ir y venir con lo pedido.

Ahora bien, Lucius puede leer con tranquilidad una vez reconoce la letra y firma mágica de Severus Snape, uno de sus mejores amigos.

Severus no se toma la molestia de enviar cartas por gusto, lo hace solo cuando es urgente, así que aquello vuelve todo surrealista y él sin más dilatación se dispone a abrirla.

'Lucius Malfoy;

Rubia, gané la apuesta. Espero pagues tu parte pronto.

Tu mejor amigo, Severus Snape.'

El dinero no era una molestia, pero apenas terminó de leer casi escupe su té, salvándose de manchar el escritorio solo por su estricta educación.

¡Cuando Severus les platicó del singular niño que llevó al Callejón Diago no creyó que fuese tan encantador como lo describió! Pero así era, ¿si no por qué otra razón su hijo, su amado retoño, su heredero estaba con un hijo de muggles?! ¡Por Salazar! ¿Quiénes eran? ¿Los Weasley? ¿Los Potter? ¡Oh, alguien salve su legado!

Aprieta la carta con manos temblorosas mientras otro picoteo se escucha en la ventana, Lucius recordó que Regulus Black igual apostó.

—¡Dobby!—grita dejándose caer con elegancia en su silla, cuando el elfo aparece y antes de que inicie la interminable presentación, lo interrumpe—. Trae más té.


Ravenclaw no tiene ningún problema con sus amistades pues la casa es neutral entre la disputa de Gryffindor y Slytherin.

Y si lo tuvieran, Tom lo ignoraría.

Las águilas se caracterizan por creatividad, individualismo e inteligencia. Son una familia, pero los alumnos tienden a abandonar el nido siempre buscando demostrar quién es mejor.

A Tom no le molesta que se maten unos a los otros en clases.

Tom tiene a primera hora 'Encantamientos' con su jefe de casa que resultó ser muy... pequeño pero por no por ello menos exigente.

Filius Flitwick se llama, Tom observa al emocionado hombrecillo subirse en algunos libros para alcanzar su escritorio.

De cierta forma se le hace denigrante aquello, causándole un poco de vergüenza el observarlo desde arriba por lo que se hace una nota mental de conseguirle un banquillo.

Mini Señor OscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora