Esta tarde había sido distinta, supuse que por la presencia de el nuevo integrante de nuestro grupito.
El final de el día estaba llegando y como ya era costumbre, la tienda de conveniencia más cercana al parque de skate nos estaba esperando con un bol más de ramen que de costumbre.
(...)
Una vez allí todos preparamos nuestras deliciosas cenas veraniegas. —
¡Te toca pagar Soobin! —exclamó Donghyuck mientras movía sus palillos de un lado a otro.
Maldigo su buena memoria...
(...)
Con tranquilidad me dirigí a la caja y le enseñé los tickets para que me cobrara, me fijé bien en el dependiente y pude recordar que era el mismo de todos los veranos.
—¡Oh, Johnny! —exclamé.
—¡Soobin! ¿Dónde están los tornados imparables? —dijo con una sonrisa, para luego decirme el precio.
—En la mesa de siempre —dije pagándole mientras dirigía la vista hacia mis amigos.
—¡Pues a disfrutar mucho de él verano! —se despidió.
—¡Igualmente Johnny! —me despedí para volver con mis amigos.
(...)
Después de acabar la cena, decidí sacar el tema de lo de cambiar un poco los planes, ¡no todo es skate!
— Chicos, los estuve hablando anteriormente con Taeyong y, ¿que os parece cambiar un poco nuestros planes? —pregunté cuando nos íbamos a poner a recoger— ¡Podemos hacer más cosas que quedar y hacer skate, podemos ir a la piscina, podemos ir de fiesta...!
— ¡Si!¡A mí me gusta la idea! —asintierom enérgicamente todos menos Jungwoo, que había desaparecido.
— ¡Ey chicos! —llamé si atención— ¿Dónde está Jungwoo?
— Se fue a comprar algo que le antojaba — dijo Yukhei.
— ¡Sí! Estábamos hablando, recogió sus cosas y dijo que nos esperaba en un banco de la entrada —me actualizó Dongyoung de lo sucedido.
— ¡Ah, está bien!
— ¡Venga vagos de mierda, a recoger todo! —exclamó Jaehyun tan alto, que todo pegamos un salto de el susto.
— ¡Si mi capitán! — contestó veloz Mark.
(...)
Una vez recogimos todo rápidamente, por miedo a que nos prohibieran la entrada a la tienda permanentemente, nos dirigimos a el exterior.
Allí estaba el primo de Dongyoung sentado en un banco mirando a las estrellas, solo veía su espalda pero se le notaba perdido en sus propios pensamientos.
Todos nos dirigimos a el entre risas y gritos, seguramente los ciudadanos de mayor edad que paseaban a sus mascotas por esas calles y nos vieran así, pensarán que ya estamos borrachos.
— ¡Hey Jungwoo! —lo saludé mientras me sentaba con energía a su lado— ¿Que te parece que estés en nuestro grupo de kakao?
— Si, está bien.
— Ya lo meto yo ahora en el grupo —dijo Dongyoung mientras cogía su móvil para añadir a su primo a su grupo de amigos.
— Teníamos pensando volver a quedar mañana, ¿ te apuntas ? —le prenguntó Taeyong con su dulce sonrisa.
— ¡Claro, me apunto!
Me fijé en las facciones de su cara, sus ojos tenían un color tan raro, ¡era preciso! Ojalá tener unos ojos así...
Pero mi mirada bajo incoscientemente hacía sus rosados y amplios labios, de ellos salía un palo blanco. Otro chupachups.
De repente, un olor inundó mi cúpula mental.
¡Mmmm...! ·Plátano·
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