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La nada se apoderaba de ella.
Su alma lloraba.
Ya no era la misma.

¿Has visto un ángel con alas negras?

Un largo tiempo volvió a transcurrir, no estaba segura si siglos, años o décadas, tal vez sólo fueron minutos, pero para ese ser puro que quedó misteriosamente vacío fue una eternidad.

Es por eso que cuando las llamas abrasaron el lugar y sus ojos se encontraron con ese niño albino de orbes rojas no pudo evitar salvarle, el ángel nunca se arrepintió de haber alejado a la muerte del infante aquel día pues todo volvió a ser como antes e incluso mejor; eran una pequeña familia de dos, todo era hermoso, pacífico.

Hasta que dos auras aparecieron. Sin invitación o aviso.

Era el momento de elegir el rumbo del nuevo aprendiz.

AsfixiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora